El líder de Hezbolá, el jeque Hassan Nasrallah, afirmó que los misiles con los que cuenta la organización terrorista «son capaces de alcanzar objetivos vitales en el interior de Israel», al tiempo que destacó que el Gobierno de Jerusalén «es consciente del poder balístico de Hezbolá». En una entrevista concedida a la cadena de televisión iraní Al Alam, Nasrallah subrayó que las capacidades militares con las que cuenta Hezbolá actualmente «no pueden ser comparadas con la fase anterior».
Respecto a la posibilidad de un ataque militar de Israel contra las instalaciones nucleares de Irán, opción que fue planteada por algunos cargos israelíes para evitar que Teherán se haga con armas nucleares, el líder de Hezbolá dijo que esas afirmaciones son «propaganda para chantajear a la comunidad internacional».
«Debemos estar agradecidos a Irán porque nos apoyó para conseguir nuestros objetivos", argumentó Nasrallah.
Asimismo, advirtió contra lo que considera «intentos de Estados Unidos para conspirar contra las revoluciones populares y el renacimiento islámico en la región», en referencia a la ola de protestas y levantamientos populares en el marco de la «Primavera Árabe», que en varios casos colocó a partidos islamistas en el poder.
Respecto a esta denunciada injerencia occidental, Nasrallah aseguró que Israel, Estados Unidos y algunos países occidentales y árabes están intentando derrocar a el presidente sirio Bashar al-Assad con la ayuda de Al Qaeda». Así, recalcó que «estas acciones prueban que no pretenden introducir reformas en Siria».
Hezbolá mantiene su apoyo a Al Assad durante el levantamiento popular contra Damasco, aunque matizó que el Ejecutivo de Siria deberá introducir reformas que den respuesta a las reclamaciones de la población y abstenerse de usar la violencia contra los civiles.
Nasrallah se mostró en contra de una intervención extranjera y abogó por una resolución pacífica del conflicto en el marco de un diálogo nacional.
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