Un grupo de empleados de la CIA se encuentra en Turquía, no lejos de la frontera siria, y ayuda a definir a qué grupos opositores es razonable suministrar armas. Así lo revela el diario The New York Times citando una fuente de la Administración de EE.UU.
«Según los datos de un alto cargo estadounidense, oficiales de la CIA se encuentran en el sur de Turquía desde hace algunas semanas. Una de sus tareas es asegurarse que las armas que se suministran a los rebeldes sirios no caigan en manos de Al Qaeda u otros grupos terroristas», en palabras del funcionario que recoge la publicación.
El periódico subraya que EE.UU no suministra armas a los adversarios de Bashar al-Assad. No obstante, las fuentes de The New York Times aseguran que los empleados de la CIA controlan y ayudan al reparto de las armas y munición de guerra, comprados con el dinero de Turquía, Arabia Saudita y Qatar, a los opositores sirios.
Estas armas entran en Siria en general a través de la frontera turca. Para esto se usa una red secreta de mediadores.
La fuente afirma que a los rebeldes sirios se les suministran fusiles, lanzagranadas, municiones de guerra y armas que se aplican contra tanques.
«En la Administración de Obama precisaron que no suministran armas a los rebeldes sirios, pero reconocieron que algunos vecinos de Siria lo hacen», dice el periódico.
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