Un tribunal de Chipre extendió la detención de un hombre sospechoso de haber participado en la planificación de ataques terroristas contra objetivos israelíes en la isla. Mientras que la situación incomoda a los turistas, para los israelíes que viven allí es un caso cotidiano.
 
El sospechoso es un ciudadano libanés de 24 años de edad que fue detenido la semana pasada en Limassol por agencias de inteligencia extranjeras, incluyendo el Mossad.

El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, acusó a Irán por la trama que, según se estima, incluía el ataque a un avión israelí.
 
Roy Bakal, quien juega para el equipo de fútbol Alki Lárnaca, declaró que «Todavía no he encontrado nada parecido a un intento de un ataque terrorista y no he visto ninguna expresión de antisemitismo. Ayer estuve en Limassol y no se veía diferente. La gente que conocí aquí saben que soy israelí y nadie lo menciona».
 
Shajar Klein, quien vive en Chipre durante cinco años, dijo que «estamos mucho más interesados en la crisis económica que en este sospechoso libanés». Sin embargo, Klein destacó que la comunidad israelí «como en todo lugar fuera de Israel, mantiene los ojos abiertos».
 
La noticia del complot terrorista causó preocupación entre los turistas israelíes. En la terminal de llegadas en el aeropuerto Internacional Ben Gurión los pasajeros describieron la falta de control de seguridad y el poco cuidado por el temor a un ataque terrorista real, sobre todo en el aire.

«Es definitivamente preocupante», dijo Lirón, un residente de Yahud, cerca de Tel Aviv, «nuestros hijos tenían más miedo. Estamos felices de estar de vuelta en Israel».
 
Otra jóven que estaba en Chipre con amigos aseguró que sus padres habían «llamado en pánico» después de escuchar los informes de los medios de comunicación israelíes.

«Automáticamente entramos nosotros en pánico y el tiempo antes del vuelo lo pasamos en la piscina del hotel en vez de pasear por la isla. También tratamos de no hablar hebreo en voz alta», agregó.

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