Irán duplicó su capacidad para enriquecer uranio en la planta subterránea de Fordo, en el centro del país, al instalar más de mil centrifugadoras en los últimos tres meses, denunció la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
En su más reciente informe, la AIEA también acusó a Irán de obstaculizar las inspecciones en la base militar de Parchin, donde se sospecha que Teherán lleva a cabo actividades nucleares ilícitas.
Según el reporte de AIEA, los técnicos iraníes instalaron más centrifugadoras de uranio en las plantas de Natanz y Fordo, y en esta última colocaron 2.140, una cifra mayor a las 1.064 anunciadas en mayo pasado.
Sin embargo, sólo 696 de esas máquinas están en operación, aunque aún no se puede establecer si ello responde a problemas técnicos o a una decisión política.
Además, Irán produjo 189 kilogramos de uranio enriquecido al 20%, un 23% más respecto a los 145 kilogramos declarados en el informe de mayo pasado.
AIEA, con sede en Viena, sospecha que Irán realizó pruebas de explosión convencional en la base militar de Parchin que podrían ser aplicadas en el ámbito nuclear.
«Debido a estas actividades importantes, la capacidad de la agencia para verificar la información sobre la que se funda su inquietud se vio afectada», indica el informe.
Desde principios de este año, AIEA solicitó, en vano, a Irán que le permita acceder a sus instalaciones sospechosas.
Basada en imágenes vía satélite, AIEA manifestó que teme que Irán limpie el lugar antes de permitir que los inspectores de la agencia realicen sus verificaciones.
Los países occidentales e Israel acusan a Irán de ocultar bajo su programa civil otro de carácter militar, cuyo objetivo sería producir armas nucleares.
Notas relacionadas:
AIEA encuentra restos de uranio altamente enriquecido en Irán
AIEA: Preocupa dimensión militar de programa nuclear iraní
Netanyahu: Informe de AIEA prueba suplementaria contra Irán