Mike Rogers, legislador republicano por Michigan, y presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, afirmó que hay fuertes evidencias que el ataque contra la embajada estadounidense en Libia fue planeado por la organización terrorista Al Qaeda.
«Hubo fuego indirecto y directo, y acciones militares que fueron parte de este ataque bien organizado. Fue bien coordinado», subrayó Rogers en una entrevista concedida a la cadena MSNBC.
En Washington, funcionarios de alto nivel y analistas de Oriente Medio cuestionaron los motivos del ataque en Bengasi, que costó la vida al embajador Christopher Stevens, a un cónsul y a dos guardias de seguridad, el martes último.
Las dudas se fundamentan en que la acción terrorista incluyó el uso de un lanzacohetes y siguió a un llamado del grupo extremista islámico Al Qaeda a vengar la muerte de un importante miembro libio de esa organización.
Testigos presenciales relataron que los atacantes aprovecharon una protesta contra «La inocencia de los musulmanes», una película producida en Estados Unidos y que ofende al Islam, para lanzar el asalto.
El periodista de la televisión Libia Firas Abdelhakim, aseguró haber visto a una docena de hombres armados preparando el asalto contra la embajada estadounidense.
Abdelhakim comentó a medios de prensa que estaba a unos 4 kilómetros del consulado, cuando vio de 20 a 30 carros dirigiéndose hacia allí poco antes de las nueve de la noche del martes.
El periodista confirmó además que al llegar a la sede diplomática estadounidense en Bengasi, notó la presencia de unos 50 hombres armados entre los manifestantes, pero sin portar carteles ni cantar consignas, quienes se identificaban como «Musulmanes en defensa del Profeta» y un grupo de la juventud musulmana que estaban «defendiendo al Islam».
Por su parte, Wanis al-Sharif, viceministro del Interior libio, declaró que los atacantes se unieron a una demostración de cientos de personas en el exterior del consulado, aunque descartó que fueran militantes islámicos.
Sharif dijo que los autores del asalto a la embajada podrían ser seguidores del ex líder de Libia, Muammar Gaddafi, que estaban tratando de revertir la frágil situación política del país.
Estados Unidos envió dos barcos de guerra, de ellos, el destructor USS Laboon ya está frente a las costas libias, mientras que el USS McFaul navega hacia la zona y debe llegar en varios días.
Ambas naves de guerra están armados con misiles Tomahawk.
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