La ONG Human Rights Watch (HRW) aseguró que tiene pruebas de que la Fuerza Aérea de Siria está empleando bombas de racimo en sus ataques en los últimos días en el marco del conflicto contra los opositores que intentan derrocar al régimen que preside Bashar al-Assad, informó la cadena de televisión Al Jazeera.

Las bombas de rácimo - una munición prohibida por la mayoría de los países de la comunidad internacional por el gran número de bajas civiles que provoca - fueron lanzadas sobre la principal carretera que va por Marat al Numan, una localidad que está registrando en los últimos días intensos combates entre fuerzas de Al Assad y opositores armados.

La ONG confirmó el empleo de dicho armamento por medio de entrevistas a activistas sirios.

«La indiferencia del Gobierno sirio con su población es demasiado evidente en su campaña de ataques aéreos, que ahora aparentemente incluye lanzar estas mortíferas bombas en zonas pobladas», aseguró el director de Armas de HRW, Steve Goose.

«Las bombas de racimo fueron prohibidas por todas las naciones con toda lógica y Siria debería detener de inmediato cualquier uso de estas armas indiscriminadas que continuarán matando y mutilando durante años», agregó.

La represión del régimen de Bashar al-Assad causó más de 30.000 muertos desde que comenzó a mediados de marzo de 2011 la revuelta, según las estimaciones del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una ONG con sede en Reino Unido y con activistas y colaboradores desplegados sobre el terreno.

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