El viceministro de Exteriores iraní, Mohammad Ali Fathollahi, aseguró que el ataque aéreo realizado por Israel dentro de Siria - según fuentes extranjeras - «tendrá serias consecuencias para la identidad sionista, reportó la televisión estatal de la República Islámica.
Fathollahi hizo dichas afirmaciones un día después de que un funcionario estadounidense confirmara que aviones de combate israelíes atacaron un convoy sospechoso de trasladar armas modernas de Siria a Líbano para la organización terrorista Hezbolá.
Los aviones bombardearon los vehículos porque llevaban partes de misiles antiaéreos SA-17, un sistema ruso de medio alcance, así como otros equipos que podrían ser utilizados para atacar Israel, publicó el diario «The New York Times».
Aunque la agencia estatal libanesa NNA calificó los reportes como «rumores», Siria confirmó que ocurrió un ataque contra una instalación de investigación cerca de Damasco, que dejó dos trabajadores muertos y cinco heridos.
«Los aviones de Israel penetraron nuestro espacio aéreo al amanecer y directamente bombardearon uno de los centros de investigación responsables de incrementar el nivel de resistencia y autodefensa en el área de Jimraya, en las afueras de Damasco», informó el Ejército sirio en un pronunciamiento transmitido por la televisión estatal.
No está claro si los eventos a los que hacen referencia funcionarios estadounidenses y sirios y la prensa norteamericana son los mismos.
El Ejército de Israel y funcionarios del Gobierno hebreo declinaron en hacer cualquier comentario al respecto.
El general israelí Aviv Kojavi, jefe del Comando de Inteligencia del Ejército, aseguró que Hezbolá pretende apoderarse de todas las armas que pueda en caso de que el presidente sirio Bashar al-Assad se vea forzado a irse del país.
«Si Assad decidiera abandonar Siria podría entregar armar a Hezbolá con anticipación para atacar a Israel», consideró Kojavi.
La televisión de Hezbolá transmitió un posicionamiento que condenó el ataque de Israel, al que calificó de «bárbaro».
Según fuente israelíes y norteamericanas, en los últimos años Siria transfirió misiles Scud a Hezbolá que son capaces de cargar armas químicas. Pero funcionarios del Pentágono señalaron que no creen que el ataque estuviera ligado a las crecientes preocupaciones sobre las armas químicas.
«No vemos un nexo», dijo un portavoz del secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta. «El ataque al parecer dio en un blanco de oportunidad», afirmó.
«Si el ataque fue contra un convoy de suministro o un líder terrorista, no es particularmente sorpresivo», afirmó Michael O'Hanlon, investigador del Instituto Brookings. «A primera vista, no se espera que sea visto como una gran escalada, aunque hay posibilidades de represalias».
El ataque se produjo días después de que el primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, dijo que los intentos de al Asad de mantenerse en el poder se están desvaneciendo.
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