El Grupo de Amigos de Siria reiteró la necesidad de formar un gobierno transicional que aglutine todo el Poder Ejecutivo, incluido el presidencial, con el objetivo final de redactar una nueva Constitución.
En la reunión que se celebró en Ammán, los Amigos de Siria - Jordania, Egipto, Qatar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania - emitieron un comunicado conjunto en el que recuperan la idea formulada en la Declaración de Ginebra de junio de 2012.
Así, insistieron en la necesidad de acordar una solución política que suponga la creación de un gobierno de unidad que ostente todo el Poder Ejecutivo, lo que incluye también controlar las Fuerzas Armadas y la Inteligencia, ahora en manos del presidente sirio, Bashar al-Assad, «para un periodo de tiempo acordado y definido».
«El objetivo final del periodo de transición debe incluir la adopción de una nueva Constitución que garantice la igualdad de derechos de todos los ciudadanos sirios», reza el comunicado conjunto, recogido por el diario «The Jordan Times».
Los ministros de Exteriores de estos países anunciaron que aumentarán su apoyo a la oposición y que «darán todos los pasos necesarios» hasta la conferencia internacional propuesta por Estados Unidos y Rusia, que esperan que conduzca a la creación de este gobierno transicional.
En lo que se refiere a la lucha sobre el terreno, los Amigos de Siria denunciaron la intervención de combatientes extranjeros a favor del régimen de Al Assad al considerar que su presencia es una «flagrante violación del territorio sirio y una grave amenaza a la estabilidad regional».
En concreto, aludieron a la intervención de la organización terrorista libanes Hezbolá y de combatientes iraníes - tal y como denunció la oposición -, así como de otros extranjeros, instando a su «retirada inmediata del territorio sirio».
También advirtieron en contra «del creciente radicalismo de las dos partes en el conflicto y de la creciente presencia de elementos terroristas en Siria, como Al Qaeda, lo que aumenta la preocupación sobre su futuro y amenaza la seguridad de los países vecinos ante el riesgo de desestabilización de la región y del mundo».
Además, expresaron su «extrema preocupación por el creciente número de informes sobre el uso de armas químicas por parte del régimen sirio», subrayando la necesidad de permitir que la ONU lleve a cabo una investigación a fondo y advirtiendo de que «habrá graves consecuencias, si se confirma».
Los Amigos de Siria condenaron el uso de armamento pesado, incluidos misiles balísticos contra la población civil y, en concreto, deploraron «la limpieza étnica» que está llevando a cabo el régimen sirio, por ejemplo, en Banias. «Estos crímenes no quedarán sin castigo», aseguraron.