El secretario de Estado noteamericano, John Kerry, aseguró que tanto su país como Rusia están comprometidos con la Conferencia de Ginebra que busca coordinar la formación de un Gobierno de transición en el que participen todas las partes sirias.
Kerry hizo estas declaración después de reunirse en París con el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, para discutir los detalles relacionados con la preparación de la próxima conferencia de Ginebra que pretende encontrar posibles soluciones a dicha crisis.
«Organizar una conferencia de paz sobre Siria no será tarea fácil; es complicado», afirmó Lavrov.
En las conversaciones, los dos diplomáticos discutieron la fecha y los participantes invitados a la conferencia. «Creemos que este círculo podría ampliarse para incluir a todos los elementos externos claves que tienen interés en la situación», agregó el titular ruso.
El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, se unió más tarde a Kerry y a Lavrov en una cena de trabajo. Los tres realizaron esfuerzos por delinear los detalles de la Conferencia de Ginebra II que, se supone, preparará el terreno para la transición democrática en Siria.
Las conversaciones en París son las sextas entre Lavrov y Kerry en 2013. Sus reuniones previas se realizaron en Berlín, Londres, Bruselas, Moscú y Kiruna.
En el pasado encuentro de Moscú, Rusia y Estados Unidos acordaron organizar la nueva conferencia y la iniciativa fue ampliamente bienvenida por la comunidad internacional, incluyendo a Naciones Unidas y la Unión Europea.
Pero ni Rusia ni Estados Unidos especificaron la fecha de la conferencia que, según los medios, podría realizarse a mediados de junio.
Kerry añadió que tanto su país como Rusia están de acuerdo que todos los partidos políticos en Siria tengan el derecho a ejercer su papel a la hora de decidir sobre el futuro del país árabe.
En la conferencia, Moscú y Washington acordaron juntar a representantes del Gobierno y la oposición de Siria para tratar de encontrar una solución pacífica al conflicto que atraviesa el país árabe.
El Gobierno de Damasco ya confirmó su asistencia, mientras que la oposición, muy dividida, todavía no mostró un compromiso claro.
Esta cumbre es heredera de la celebrada a mediados del año pasado en la misma ciudad.
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