El fiscal general del Estado egipcio, Hesham Barakat, investigará los enfrentamientos registrados este fin de semana entre seguidores de presidente derrocado Mohamed Mursi y las fuerzas de seguridad en El Cairo, que se saldaron con 72 muertos y 411 heridos.

Este anuncio se produjo al tiempo que el Frente de Salvación Nacional (NSF), liderado por el Premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei, exigiera la creación de una comisión de investigación independiente que trate de esclarecer lo sucedido.

«En base a los informes del comité, todos los responsables deberán rendir cuentas, incluido el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, si se prueba que las fuerzas de seguridad incurrieron en el uso excesivo de fuerza contra los manifestantes», indicó el NSF en un comunicado.

No obstante, el Frente acusó a los Hermanos Musulmanes de esgrimir una hostilidad provocadora y de alentar los ataques contra las sedes oficiales, así como poner en peligro la vida de la ciudadanía, según informó el diario israelí «The Jerusalem Post».

En esta línea, la principal formación opositora bajo el gobierno de Mursi urgió a las fuerzas de seguridad a mantener la alerta sobre las intenciones de los Hermanos Musulmanes de hostigar la violencia y a ejercer la mayor moderación cuando lidien con los manifestantes.

Los Hermanos Musulmanes elevaron el balance final de los enfrentamientos a 200 muertos y alrededor de 5.000 heridos, según el rotativo hebreo que agregó que unos 2.000 seguidores de Mursi trataron bloquear el puente 6 de Octubre que enlaza el centro de El Cairo con la mitad este, donde se encuentra Ciudad Nasr.

De acuerdo con el periódico, los manifestantes lanzaron piedras a las fuerzas de seguridad, que replicaron con el lanzamiento de gases lacrimógenos y abriendo fuego.

Los heridos en los enfrentamientos fueron trasladados a un hospital de campaña desplegado en la plaza de Rabba Al Adaweyah de Ciudad Nasr, donde se fueron acumulando los cadáveres, en muchas de sus salas, abarrotadas de voluntarios y personas heridas.

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