El líder de la organización terrorista chiíta libanesa Hezbolá, el jeque Hassan Nasrallah, salió de su refugio y pronunció un discurso contra Israel, afirmando que el Estado judío es un «tumor canceroso» que debe ser destruido».«La única solución es destruirlo sin dale la oportunidad de rendirse», señaló Nasrallah.
En una rara aparición pública, el jeque aseveró que la eliminación de Israel «no es sólo un interés de los palestinos. Es el interés de todo el mundo musulmán y del mundo árabe».
Mientras tanto, el presidente de Líbano, Michel Suleimán, prometió que no se dejará intimidar, tras la caída de dos misiles cerca del palacio presidencial. El disparo de los obuses se produjo poco después de que Suleimán criticara la participación de Hezbolá en la guerra civil que está asolando a Siria en una ola de violencia que se esbordó hacia Líbano.
Nasrallah no mencionó los misiles. En cambio, se comprometió a mantener fidelidad a la causa palestina. «Le decimos a Estados Unidos, Israel, Gran Bretaña y sus peones regionales; les decimos a todos los enemigos y los amigos que Hezbolá no abandonará a Palestina y al pueblo palestino», expresó.
«Llámenos terroristas, criminales, traten de matarnos; nosotros los chiítas nunca abandonaremos Palestina», agregó.
A diferencia de los discursos anteriores donde definía a Hezbolá como un grupo de resistencia anti-israelí musulmán; Nasrallah resaltó esta vez su carácter exclusivamente chiíta lo que refleja su preocupación por el aislamiento de la organización terrorista.
Sobre el respaldo de la Liga Árabe a la reanudación de las negocaciones entre israelíes y palestinos, Nasrallah recalcó que ningún dirigente árabe tiene derecho a legitimar Israel, y que toda Palestina - «desde el Jordán hasta el Mediterráneo» - pertenece a los palestinos.
«Ningún jeque, príncipe, rey, presidente o gobierno tiene el derecho de renunciar a un solo grano de arena palestina. Es el interés de Egipto, Siria y Líbano que Israel deje de existir», añadió.
Nasrallah vive en la clandestinidad desde la guerra de 2006 contra Israel, porque teme que los servicios secretos hebreos lo eliminen. Desde entonces realizó muy pocas y muy breves apariciones públicas.
En cambio, esta vez habló más de media hora en un intento de transmitir confianza a su grupo, que está sometido a una fuerte presión debido a su involucramiento en la guerra civil siria y al ser incluido recientemente por la Unión Europea en su lista de organizaciones terroristas.
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