El primer ministro británico, David Cameron, dijo que su Gobierno dispone de nuevas pruebas del uso del gas sarín en la matanza perpetrada en las afueras de Damasco el pasado 21 de agosto, según informó la BBC.
La administración estadounidense también sostiene tener evidencias de la utilización de ese agente químico en ese ataque, según declaró el sábado pasado el secretario de Estado, John Kerry.
Cameron agregó que científicos de los laboratorios militares británicos de Porton Down llegaron a esa conclusión tras haber estudiado muestras de ropa y tierra recogidas de un herido tratado en un hospital sirio tras el ataque.
Según el primer ministro británico, Reino Unido puso a disposición de la ONU los elementos de los cuales dispone.
El anuncio fue publicado por la BBC durante la cumbre del G-20 que se lleva a cabo en San Petersburgo y que se ve enturbiada por el pulso internacional alrededor de la cuestión siria.
Rusia mantiene firme su oposición a una solución militar, mientras EE.UU intenta ampliar una coalición de países disponibles al ataque que, de momento, cuenta con solo dos con peso estratégico: Francia y Turquía.
Cameron, partidario de una intervención militar internacional en Siria para castigar el régimen de Bashar al-Assad por el uso de armas químicas contra civiles, tuvo que renunciar a su voluntad de ataque tras sufrir un dura derrota política en una votación sobre el asunto en el Parlamento británico.
«Una clara mayoría de los líderes que participan en la cumbre se muestra a favor de una solución del problema sirio por medios pacíficos, afirmó Sergei Ivanov, jefe de gabinete del presidente ruso, Vladímir Putin, después de la primera sesión de trabajo,
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