El anuncio del Gobierno hebreo sobre la liberación de otros 26 terroristas palestinos, acordada para reanudar la negociaciones entre Israel y la Autoridad Palestina (AP), dio paso a distintas reacciones en ambas partes.

Por un lado, volvió a despertar el enfado y la indignación de las familias de las víctimas israelíes, ya que todos los terroristas que serán liberados fueron condenados por asesinato de civiles inocentes.

A su vez, el presidente de la AP, Mahmud Abbás, prometió continuar sus esfuerzos para lograr la liberación por parte de Israel de más presos palestinos.

En una reunión de su gabinete, Abbás afirmó que «no habrá satisfacción completa hasta que todos los prisioneros palestinos sean excarcelados», según informó el diario «The Jerusalem Post».

Mientras tanto, más de 3.000 israelíes, entre ellos en ministro de Vivienda, Uri Ariel, se congregaron frente a la prisión de Ofer, entre Jerusalén y Ramallah, para protestar contra la puesta en libertad de los terroristas. Los manifestantes profirieron gritos contra la excarcelación.

Muchos participantes portaban fotografías de víctimas de ataques palestinos junto a carteles en las que se leía «Bibi, no hables con terroristas» o «Bibi, detiene la liberación», en referencia al primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu.

Los asistentes intentaron formar una cadena humana alrededor de la cárcel mientras gritaban «La sangre judía no se abandona», pero el fuerte despliegue de seguridad impidió que pudieran rodear por completo el recinto penitenciario.

Algunos familiares de víctimas calificaron a la acción del Gobierno como «traición». Varios de ellos dijeron sentir que son los que pagan el precio de la decisión del Ejecutivo, y la gran mayoría asegura ser pesimista acerca del resultado de las negociaciones con los palestinos.

«Mi país y mi gobierno me traicionaron una vez más al liberar a asesinos condenados que no dudaron en matar niños», declaró Ron Kerman, padre de Tal Kerman, quien murió en un ataque suicida en 2003.

«Viví el dolor de ver a uno de los asesinos de mi hija salir libre en 2011, y ahora, con cada liberación, el dolor y la frustración regresan», agregó.

«Hacemos este enorme sacrificio por nada. Cuando liberaron a Gilad Shalit al menos alguien de los nuestros regresó vivo a su hogar. Esto no acaba para nosotros, cada liberación de terroristas es un nuevo golpe», expresó Gila Moshe, hermana de Ian Feinberg, un abogado asesinado en 1993.

Los organizadores de la concentración, convocada por la ONG Almagor, una fundación israelí de víctimas del terrorismo, anunciaron que presentaron a la Corte Suprema un recurso contra la liberación de los terroristas, cuya salida de prisión está prevista entre la medianoche del martes y la madrugada del miércoles.

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