En una entrevista al canal de televisión alemán Phoenix, el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, afirmó que el Holocausto de los judíos durante el régimen nazi fue «una tragedia cruel que no debe volver a ocurrir». «No tenemos nada en contra de los judíos; al contrario, tenemos un gran respecto hacia ellos dentro de Irán y fuera. No nos sentimos amenazados por nadie», declaró el jefe de la diplomacia iraní, después de haber participado en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Durante el reportaje, Zarif señaló que su país podría llegar a considerar reconocer a Israel en caso de que la Autoridad Palestina llegue a un acuerdo definitivo con el Estado judío que solucione todas sus demandas principales.
Sin embargo, el canciller iraní señaló que «Israel viola los derechos del pueblo palestino desde hace 60 años».
Las palabras del ministro persa representan un giro político de Irán, que hasta ahora negaba el Holocausto y que se negaba reiteradamente a reconocer a Israel además de amenazar con su destrucción.
El actual Gobierno de la República Islámica, que se encuentra en funciones desde 2013, ya se había distanciado previamente de la postura del ex presidente, Mahmud Ahmadinejad, ante esos asuntos.
Ahmadinejad no tuvo más que palabras de hostilidad hacia el Estado hebreo, mientras que el actual presidente, Hassan Rohani, y el ministro Zarif saludaron en septiembre a través de Twitter a «todos los judíos» para la festividad de Rosh Hashaná.
Durante su participación en la Asamblea General de la ONU, en septiembre de 2013, y en un encuentro con editores de periódicos en Nueva York, Rohani declaró que «los nazis cometieron una masacre contra los judíos y la condenamos. Nunca querríamos estar del lado de un nazi».
No obstante, el Gobierno iraní sigue considerando que Israel «empuja» a Estados Unidos hacia una guerra con Irán, según consta en comunicados oficiales, pero Zarif aclaró en la Conferencia de Seguridad que Teherán está dispuesto a «entablar nuevas conversaciones para lograr nuevos consensos».
El ministro se refirió a los representantes de los gobiernos occidentales presentes en Múnich como a los «nuevos amigos» de su Gobierno.
La evaluación de expertos en seguridad que escucharon a Zarif es que Irán quiere cerrar círculos viciosos y volver a generar confianza en el escenario internacional.
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