El Gobierno sirio sólo entregó el 11% de sus armas químicas a los equipos internacionales responsables de sacarlas del país, según fuentes citadas por «Haaretz» y que parecen descartar el cumplimiento del plazo fijado para destruir todo el arsenal antes de finales de junio.
Siria debería haber entregado ya las 1.300 toneladas de material tóxico catalogado por la Organización para la Prohibición de las Armas químicas (OPCW), responsable de supervisar el desarme. Sin embargo, en los tres cargamentos evacuados hasta ahora sólo proporcinó el 11%.
El tercer lote, cedido esta semana, contenía 54 toneladas de hexamina, un material utilizado para la fabricación de explosivos y del que el régimen de Assad ya entregó hasta ahora algo más de 140 toneladas, según tres fuentes de la OPCW citadas por el periódico. Esta cantidad sólo representa el 5% de los químicos considerados prioritarios.
«Siendo sinceros, los materiales importantes todavía no fueron entregados, salvo un pequeño cargamento al principio. Esto significa que vamos muy por detrás de lo previsto», reconoció una de las fuentes que insto a «acelerar» el proceso si se quiere llegar a tiempo. En ese sentido, recordó que el proceso de destrucción debería haber comenzado hace diez días.
El próximo plazo concluye a finales de marzo, cuando en teoría deberían quedar destruidos la mayoría de los tóxicos, incluidos los gases sarín y mostaza. Pese a las dudas cada vez más evidentes, tanto el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, como la jefa de la misión que supervisa el desarme, Sigrid Kaag, siguen confiando en concluir la eliminación antes del 30 de junio.
El incumplimiento de esta fecha tendría graves implicaciones políticas, ya que tanto Estados Unidos como Rusia apostaron gran parte de su credibilidad diplomática en el proceso. No obstante, queda por ver si Siria será sancionada por no acatar los compromisos ya que Rusia es uno de sus principales valedores y tiene derecho a veto en el Consejo de Seguridad.
Siria necesitaría acelerar considerablemente los traslados del arsenal y entregar decenas de lotes en las próximas semanas, pero las fuentes citadas por «Haaretz» reconocieron que es improbable. El régimen de Assad atribuyó los retrasos a la falta de seguridad sobre el terreno por los constantes combates con los combatientes rebeldes.
Desde la OPCW, esperan que cinco contenedores blindados sean trasladados esta semana y otros diez durante el próximo mes. El Gobierno cuenta con diez contenedores - financiados por la ONU - que debe vaciar en cuanto sale de la zona de guerra para volver a llenarlos.
El blindaje y las complicaciones logísticas y económicas que lleva aparejadas este sistema también es motivo de críticas. «Llevan años moviendo estas armas sin vehículos blindados y, ahora, ¿por qué los necesitan?», planteó un diplomático occidental.
Por su parte, la Unión Europea (UE) anunciará este lunes una nueva ayuda de 12 millones de euros para la OPCW a fin de acelerar el proceso de destrucción de los arsenales.
El comisario de Ayuda al Desarrollo de la UE, Andris Piebalgs, firmará para ello un contrato con la organización internacional, que dirige la operación junto con la ONU.
Sin contar con la nueva ayuda, la UE ya aportó previamente unos 16,5 millones de euros para la misión, incluyendo los 35 vehículos blindados necesarios.
Los ministros de Exteriores de la UE aprobaron el pasado 10 de febrero autorizar liberar fondos congelados a Siria en territorio europeo para apurar destrucción de los armamentos tóxicos.
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