El Gobierno libanés de Tamam Salam llegó a un acuerdo, tras un mes de negociaciones, que permite a los ciudadanos responder a ataques israelíes, un compromiso intermedio sobre la polémica posición de la organización terrorista chiíta Hezbolá.
El programa del nuevo Ejecutivo, que debe obtener la confianza del Parlamento, se alcanzó en una reunión que se prolongó hasta pasada la medianoche, informaron medios oficiales libaneses que citó el diario «The Jerusalem Post».
La fórmula de compromiso adoptada estipula que es «el deber del Estado desplegar esfuerzos para liberar, por medios legítimos, las granjas de Shebaa, las colinas de Kfarshima y la parte libanesa de Ghayar, ocupadas por Israel».
Sin embargo, señala también que el ciudadano libanés «tiene derecho a resistir a la ocupación, rechazar las agresiones israelíes y recuperar los territorios ocupados».
Hezbolá, el único grupo libanés que cuenta con una milicia desde el fin de la guerra civil en 1990, defiende que la resistencia es necesaria por la amenaza que supone Israel, aunque sus opositores apuntan a esta labor corresponde sólo del Estado.
En el plan, no se menciona expresamente a la resistencia, como tampoco la fórmula «pueblo, ejército y resistencia», que figuraba en los planes de los anteriores gobiernos.
Las principales reservas al acuerdo las expresó el partido Kataeb, del ex presidente Amin Gemayel, y el ministro de Justicia, Ashraf Rifi, que argumentan que sólo el Estado debe ser la autoridad de referencia.
El partido Kataeb anunció que examinará el mantenimiento de sus tres ministros, lo que privaría al Ejecutivo de una parte importante de los cristianos, ya que el partido Fuerzas Libanesas no quiso participar en el mismo al considerar que Hezbolá controla el Estado e impone sus decisiones.
La aprobación del programa del Gobierno ocurrió al término del plazo constitucional de un mes desde la formación del gabinete de Salam, el pasado 15 de febrero, que se constituyó tras más de diez meses de bloqueo.
El jefe del Parlamento, Nabih Berri, convocó a los diputados a examinar el plan del Gobierno los próximos 19 y 20 de marzo y darle o no su confianza.
A pesar de que Israel se retiró en mayo del 2000 de la mayor parte del territorio del sur del Líbano, mantiene aún su presencia en las áreas mencionadas de Shebaa, Kfarshima y Ghayar.
Los repuntes de tensión son frecuentes entre ambos países, que se encuentran técnicamente en guerra.
El pasado viernes se produjo un intercambio de disparo de proyectiles, e Israel denunció que un artefacto explotó al paso de una de sus patrullas fronterizas.
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