Durante más de dos años, un pequeño grupo de mujeres está tratando de recrear el velo (parojet, en hebreo) que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo en el Templo en Jerusalén.
«Mujeres de la cámara del velo» o «Mujeres para el Tercer Templo», como se las conoce, instalaron un pequeño taller en el asentamiento judío de Shiló, en Cisjordania, que está lleno de materiales para tejer lana.
Su intento por tejer un velo se basa en el precepto de la Torá: «También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines» (Exodo; 26-31).
El tejer un nuevo velo es un indicio de que judíos ultranacionalestas religiosos se están preparando para el día en que el Templo sea reconstruido. Pero la tarea pareciera ser inalcanzable ya que es necesario aprender todo desde cero.
El texto bíblico exige técnicas de tejido e hilos especiales de seis espinales además de la producción de correctos tintes azules, púrpura y escarlata. Todas estas artes se perdieron con el paso del tiempo.
Por otro lado el tamaño del propio velo, tiene que ser de una sola tela que tiene que medir 20 metros de altura, 10 metros de ancho y 10 centímetros de espesor, es un proyecto de gran complejidad por lo que hacerlo realidad podría ser un largo proceso de aprendizaje de ensayo y error.
Si bien es cierto que el emprendimiento se ve acosado por obstáculos aparentemente insuperables, las mujeres creen que van a ser capaces de producir un velo que pueda pasar la aprobación de los principales rabinos.
Además del velo, otro grupo de mujeres de Shiló está, desde hace cuatro años, produciendo las vestiduras sacerdotales necesarias para el culto en el Templo, incluyendo pantalones especiales, túnicas, cinturones y sombreros.
La fabricación de la ropa del Gran Sacerdote, requiere un proceso de aprendizaje, pero a diferencia del velo, ésta fue bastante sencilla de producir.
Algunos ya están adquiriendo las vestiduras necesarias y las están manteniendo seguras en sus hogares. Así que se venden a precios asequibles para animar al mayor número judíos levitas - que es el linaje sacerdotal - para que compren las prendas.
Algunos pueden ver estas actividades como una provocación. Otros pueden verlo como delirante. Pero las tejedoras de Shiló consideran que involucrarse en esta tarea constituye una actividad tan santa que acelera el tiempo de la redención de Israel y la llegada del Mesías.
Notas relacionadas:
Diputado propone construir Tercer Templo en Jerusalén
Israel: Financian sueño de Tercer Templo
Descubren centro ritual relacionado con Primer Templo