El 26% de los judíos europeos sufrieron algún tipo de acoso, verbal o físico, en los últimos 12 meses, según una encuesta sobre antisemitismo que la Agencia Europea para los Derechos Fundamentales (FRA), un organismo de la Unión Europea (UE), presentará este viernes a los ministros de Justicia e Interior de los 28 países miembros reunidos en Luxemburgo.
Un 4% de los encuestados fue agredido por su religión durante el año anterior al sondeo.
Los resultados de la encuesta, la segunda de este tipo que realiza la FRA en los ocho países que albergan al 80% de la población judía europea sobre una muestra de 5.847 ciudadanos mayores de 16 años, cobran especial relevancia porque se producen después del asesinato de cuatro personas en el Museo Judío de Bruselas, el pasado 24 de mayo.
El FRA, que tiene capacidad para hacer recomendaciones a la Comisión Europea, presentó el pasado noviembre su primer informe sobre la percepción del antisemitismo por parte de la población judía de estos ocho países: Alemania, Bélgica, Francia, Hungría, Italia, Letonia, Suecia y Reino Unido.
Los nuevos datos muestran que la situación empeoró en los últimos siete meses. El número de personas que dicen sufrió acoso aumentó de 21% a 26% mientras que las agresiones se duplicaron desde el 2% el pasado noviembre hasta el 4% actual.
Un 23% de los encuestados aseguró evitar ocasionalmente lugares relacionados con los judíos porque no se sienten seguros, mientras que uno de cada diez dijo que sufrió discriminación laboral.
Estos nuevos datos llegan en un momento especialmente preocupante. El pasado viernes fue detenido en Marsella Mehdi Nemmouche, un francés de 29 años que combatió junto a grupos yihadistas en Siria.
La fiscalía le acusa del asesinato de cuatro personas en el Museo Judío de Bruselas. El perfil de Nemmouche se parece mucho al de Mohamed Merah, nacido en la periferia de Toulouse, que en 2012 asesinó a cuatro judíos en la puerta de un colegio hebrero.
Merah, que murió acribillado en su casa en la que se atrincheró y que pasó por Afganistán, asesinó antes a tres militares franceses. Como relató el diario «Le Monde», llegó a agarrar por los pelos a una niña judía que trataba de huir para dispararle una bala en la cabeza. Pocas horas después del atentado de Bruselas, dos judíos recibieron una paliza cuando salían de la sinagoga en Créteil, en los alrededores de París.
Los ataques de Bruselas y París se produjeron un día antes de las elecciones europeas en las que partidos que no ocultan su antisemitismo, o que incluso incitan al odio, como el griego Aurora Dorada o el húngaro Jobbik, entraron en el Parlamento Europeo.
En Francia, el partido más votado, con un 26%, fue el ultraderechista Frente Nacional de la líder Marine Le Pen. Su padre, Jean Marie Le Pen, fue condenado varias veces por incitación al odio y por negar el Holocausto, la última en 2008 a tres meses de prisión y una multa de 10.000 euros por decir que la ocupación nazi de Francia «no fue tan inhumana».
Según el Centro Moshé Kantor de la Universidad de Tel Aviv, que mantiene una base de datos actualizada sobre el antisemitismo, Francia es el país europeo que más incidentes padeció en 2012 y 2013. Con medio millón, tiene la segunda población judía más importante fuera de Israel, tras Estados Unidos. En los ocho países donde se realizó la encuesta, viven en torno a un millón de judíos.
Henri Nickels, investigador de la FRA que participó en la coordinación de las dos encuestas, no quiere valorar si la situación empeoró en los últimos años. «No me parece el ángulo adecuado. Para mí la pregunta correcta es: ¿sigue siendo una realidad en Europa? Sin duda: es un problema y necesitamos enfrentarnos a él», afirmó.
«Los crímenes de Toulouse y Bruselas son una demostración de que la forma más violenta, terrible y extrema de antisemitismo regresó a Europa si es que alguna vez dejo de estar presente», agregó.
En España, el antisemitismo es una forma de racismo menos difundida que otras si se tienen en cuenta el número de denuncias y las estadísticas de la Secretaria de Estado de Interior, aunque esto se explica también porque la comunidad judía, unas 45.000 personas, es muy pequeña. Sin embargo, la explosión de odio que se desató en Twitter tras la derrota del Real Madrid ante el Macabi de Tel Aviv en la final de la Euroliga de basket, con un diluvio de mensajes nazis y antijudíos el 18 de mayo, activó muchas alarmas. La Secretaría registró 1.172 delitos de odio en 2013.
«El antisemitismo español es singular porque la mayoría de los españoles no conocen a un judío y, en muchos casos es herencia de hechos del pasado como la expulsión y la inquisición», explicó Lidia Lerner, la investigadora que se ocupa de España dentro del Centro Moshé Kantor, que gestiona una base de datos sobre antisemitismo en todo el mundo.
Un informe de la Liga Antidifamación, una organización judía con sede en Estados Unidos, situó a España como el tercer país europeo con mayor porcentaje de habitantes que muestra prejuicios antisemitas (un 29%), por detrás de Grecia (69%) y Francia (37%).
Esto se explica, según diferentes expertos consultados, porque los prejuicios antisemitas echaron raíces en muchos rincones de la sociedad.
«En España hay una cultura antijudía tradicional, algo que se refleja por ejemplo en el lenguaje y en la cultura popular», agregó Lerner.
Notas relacionadas:
Bélgica: Entregar sospechoso de ataque a Museo Judío
Francia: Detienen a sospechoso de ataque antisemita en Bruselas
Netanyahu condenó ataque contra Museo Judío de Bruselas