En un acto celebrado en Buenos Aires en la puerta del edificio de la AMIA, donde hace más de 20 años explotó una bomba que mató a 85 personas, los titulares de las entidades judías AMIA y DAIA reclamaron por el esclarecimiento de aquel atentado y también le pidieron a la Justicia que se investigue la reciente muerte del fiscal Alberto Nisman.
«No están esclarecidas las causas de la muerte del fiscal Nisman y dicho esclarecimiento resulta ser hoy un imperativo de máxima prioridad para toda la sociedad», dijo Leonardo Jmelnitzky, titular de AMIA.
«La muerte del fiscal Nisman es un hecho que enluta a la república, a la Justicia y a la causa AMIA, agregó.
Cada vez que se refirió a la muerte de Nisman «ocurrida en circunstancias dudosas», desde la concurrencia muchas voces gritaron, a modo de réplica, «¡asesinado!».
Tanto Jmelnitzky como Julio Schlosser, titular de DAIA, reclamaron con firmeza que se aclaren las circunstancias de la muerte del fiscal, con la prudencia de no abonar ninguna hipótesis al respecto.
«Por su enorme compromiso así como por su profundo conocimiento de la causa, el fiscal Nisman será irreemplazable. Su muerte constituye un duro golpe a la causa de la investigación», señaló Jmelnitzky.
El dirigente pidió a Interpol que no dé de baja las alertas rojas que pesan sobre ciudadanos iraníes, imputados por la justicia argentina como responsables del atentado a la AMIA.
Schlosser afirmó que las víctimas del atentado eran 102, y nombró a familiares de las víctimas que murieron en estos 20 años, en una vana espera de justicia. Finalmente nombró a Nisman como una víctima más, hecho que logró reconocimiento unánime entre los presentes.
El titular de DAIA criticó al Gobierno argentino en dos oportunidades. Primero recordó que cuando la comunidad judía fue al Congreso a expresar su opinión sobre el memorando firmado con Irán «no lo hizo con los tapones de punta». Esa expresión usó la diputada kirchnerista Diana Conti al referirse a la actitud que tendría el oficialismo frente a la presencia de Nisman en la comisión parlamentaria que iba a recibirlo el lunes pasado.
Schlosser también criticó que la firma del acuerdo con Irán se llevó a cabo un 27 de enero, día en que por resolución de la ONU se recuerda el Holocausto.
Al hacer esta referencia se escucharon insultos contra el canciller argentine Héctor Timerman.
«A los jueces que van a tomar esta posta le pedimos que no miren para otro lado. No queremos trascendidos, hipótesis, comentarios, queremos la verdad», insistió Schlosser.
Los titulares de AMIA y DAIA no se pronunciaron respecto a la veracidad o no de la denuncia hecha por Nisman, que involucra a la presidenta Cristina Fernández y al canciller Timerman, entre otros, en una maniobra dirigida a encubrir a los iraníes sospechosos de participar en el atentado, a cambio de incrementar lazos comerciales y políticos con Teherán.
Sí en cambio, de manera explícita, avalaron la hipótesis de Nisman que nutre la causa judicial del atentado.
«Por sus investigaciones hoy sabemos que el atentado fue decidido y planeado en las más altas esferas del Gobierno iraní de aquella época y ejecutado por agentes iraníes y por miembros de Hezbolá», aseveró Jmelnitzky.
La fachada del nuevo edificio de la AMIA lleva escrito los nombres de las 85 personas que murieron el 18 de julio de 1994. Al terminar el acto, un joven traspasó la valla de seguridad y agregó en ese frente un papel que decía «Nisman».
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