Noruega pidió disculpas por primera vez por la complicidad del país en la deportación y muerte de judíos durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial.
«Noruegos llevaron a cabo arrestos; noruegos condujeron los camiones y eso ocurrió en Noruega», señaló el primer ministro, Jens Stoltenberg. «Hoy siento que es correcto expresar nuestras más profundas disculpas de que esto ocurriera en territorio noruego», afirmó.
«Llegó el momento de que reconozcamos que los policías y funcionarios noruegos y otros ciudadanos participaron en el arresto y deportación de judíos», aseveró Stoltenberg durante un discurso con motivo del Día Internacional de Recuerdo del Holocausto.
Vidkun Quisling, el dirigente del país durante la ocupación cuyo nombre se convirtió en sinónimo de traidor, ordenó el registro de los 2.100 judíos de Noruega en 1942. Más de un tercio fueron deportados a campos de exterminio, mientras que otros huyeron a Suecia.
«Lamento decir que las ideas que llevaron al Holocausto siguen estando muy vivas hoy en día, 70 años después», afirmó Stoltenberg. «En todo el mundo vemos que personas y grupos están propagando la intolerancia y el miedo», lamentó.
En 1998 Noruega reconoció el papel del Estado en el Holocausto y pagó unos 60 millones de dólares a los judíos noruegos y organizaciones judías en compensación por las propiedades incautadas.
El pago distó mucho de una disculpa pero sentó las bases del discurso de hoy, según el historiador Bjarte Bruland. «Hasta entonces, los noruegos consideraban que sólo los alemanes fueron responsables», afirmó Bruland, máximo responsable del Museo Judío de Oslo.
«Noruega actuó de forma similar a la Francia de Vichi en el sentido de que aplicaron sus propias leyes antijudías, usaron su propia mano de obra, confiscaron propiedades y discriminaron a los judíos antes de que los alemanes lo reclamaran», destacó por su parte Paul Levine, profesor de historia de la Universidad de Uppsala, en Suecia.
«Noruega no tenía que hacer lo que hizo», subrayó Levine, para quien la disculpa del país nórdico llega «inadecuadamente» tarde. El entonces presidente francés Jacques Chirac se disculpó por la complicidad de su país en el Holocausto en 1995.
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