Sarrazin afirma, en particular, que para conservar la democracia, la paz y el bienestar de los europeos, el euro no hace falta y que el ingreso de Grecia en la eurozona fue un error.
El ex banquero califica de trampa los mecanismos anticrisis y de leyenda la tesis de que Alemania debe al euro su éxito económico de los últimos años.
Sarrazin dice que la disposición de Alemania de asignar dinero para salvar el euro es «un reflejo tan alemán de pensar que sólo habremos expiado la culpa del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial cuando hayamos puesto en manos europeas todos nuestros intereses, todo nuestro dinero».
Anteriormente, Sarrazin provocó un gran escándalo en su país al señalar en el libro «Alemania se disuelve» que los inmigrados, sobre todo los musulmanes, no están preparados para integrase en la sociedad alemana y presentó el problema de inmigración musulmana como una amenaza para Alemania.
El libro «Alemania se disuelve» suscitó numerosas críticas en la prensa y por parte de la mayoría de los políticos más importantes, incluida la canciller Ángela Merkel.
Como resultado, Sarrazin se vio obligado a abandonar su puesto en el consejo administrativo del Bundesbank.
El ex ministro alemán de Medio Ambiente, Jürgen Trittin, criticó duramente a Sarrazin por propagar que por culpa del Holocausto, Alemania se ve obligada a rescatar la zona euro. Trittin señaló que Sarrazin exalta el populismo de extrema derecha, extiender ideas antieuropeas con una ideología abiertamente racista al mismo tiempo que es miembro del Partido Socialista Alemán.
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Sí… Otra vez con el Holocausto
El Holocausto no es cuestión de opinión