El ex recluta norteamericano, Fishel Litzman, fue despedido de la policía de Nueva York tras haber enfrentado en múltiples oportunidades a las autoridades para que acepten el largo de su barba.
Litzman es judío jasídico, y según sus creencias, el recorte de la barba es prohibido por la ley rabínica.
En contraparte, las reglas del Departamento de Policía de Nueva York, indican que los agentes deben mantener sus rostros afeitados al máximo.
Si bien el Departamento hace excepciones en los casos que las barbas tienen fines religiosos, sólo se permite un milímetro de crecimiento.
El portavoz la Policía de Nueva York, Paul Browne, informó que las reglas del departamento son razonables, y que Litzman era consciente de ellas cuando se inscribió.