La expresión hebrea "Tikún Olam" significa "reparación del mundo" y tiene su origen en la Mishná, una parte del Talmud, el antiguo compendio de jurisprudencia e interpretación bíblica que hasta hoy es estudiado en las academias rabínicas.
Pero en su sentido actual tiene muy poco que ver con la religión y mucho con los ideales de justicia social y de fraternidad humana del sionismo y de las corrientes liberales del judaísmo. Lamentablemente esos ideales no han sido ni son compartidos para nada por países árabes y musulmanes, muchos de los cuales no han abandonado el sueño de hacer desaparecer al estado de Israel de la faz de la tierra.
Sin embargo, hay aspectos de la filosofía de "reparación del mundo" que siguen muy vivos en Israel a pesar del conflicto palestino-israelí y de la mortal enemistad islamista. Uno de ellos es la ayuda en casos de desastre como en Haití o en Japón. Otro, quizás el más interesante y significativo es el de la organización "Salva el corazón de un niño" (Save a child´s Heart).
Esta organización médica, conocida por la sigla SACH fue fundada en 1996 por el Dr. Amram Cohen, en el Centro Edith Wolfson, cerca de Tel Aviv donde sigue funcionando hasta el presente. El Dr. Cohen, un médico judío norteamericano emigrado a Israel en 1992, dio impulso a una gran organización humanitaria que trajo a Israel a niños de países árabes vecinos y de otros lugares del mundo en desarrollo para ser operados por defectos congénitos del corazón, una enfermedad que se estima tienen cada 8 niños en 1000.
El Dr. Cohen tuvo la idea después de trabajar en un programa del ejército norteamericano en Corea en 1988 que atendía a huérfanos y a niños cadenciados. Lamentablemente , falleció en 2001 a los 47 años mientras escalaba el monte Kilimandjaro en Tanzania. Pero su organización sigue muy viva y ha expandido sus actividades.
Desde su fundación, SACH ha atendido a 2.600 niños de 37 países, sin costo para ellos y sus familias. Del total tratado, el 48% fueron palestinos.
La Organización tiene su lugar en Internet donde informa sobre sus actividades, el cual está muy al día. Gracias a él nos enteramos que además de operar a niños traídos del extranjero, SACH da clases a médicos y enfermeras extranjeras sobre distintas especialidades como cardiología pediátrica, anestesia o terapia pediátrica intensiva. Asimismo, envía de tanto en tanto, equipos para hacer operaciones al extranjero.
La organización se financia con donaciones procedentes de todo el mundo. En este mes de junio, SACH atiende en Israel a 30 niños procedentes de Angola, Etiopía, Ghana, Indonesia, Irak, la Autoridad Palestina, Rumania y Zanzíbar.
En los países árabes y en los territorios palestinos, una entidad cristiana hermana "Shevet Ajim" (Hermanos unidos) se encarga de realizar los trámites para permitir que se trasladen a Israel niños palestinos o de países árabes. Este aspecto es naturalmente el que más llama la atención de periodistas o de visitantes extranjeros que entablan contacto con el programa.
En una reciente nota del diario canadiense "Globe and Mail" (1.6.11) dedicada a SACH, el periodista Patrick Martin pregunta al Dr.Akiva Tamir, jefe de cardiología pediátrica: "¿No se plantea usted que en esta tensa parte del mundo vuestro joven paciente de Gaza mañana podrá ser un combatiente contra Israel? Y el médico replica: "No lo vemos así. Para nosotros son sólo niños que necesitan ayuda". Por su parte, el director ejecutivo de la organización, Simón Fisher, agrega: "Queremos pensar que estamos plantando las semillas para un futuro mejor entre israelíes y palestinos".
El periodista canadiense, naturalmente, también cuenta la historia desde el punto de vista de sus beneficiarios. Por ejemplo, Patrick Martin, narra en estos términos un caso típico: "Suad Ghouti tenía miedo de contarlo a los vecinos. Su sexto hijo, Abdel Rahmán, de nueve meses de edad, tenía un problema de corazón muy serio y el especialista en Gaza les dijo que el único lugar en podría ser operado con éxito es Israel.
En un lugar conservador desde el punto de vista religioso y militante como la ciudad de Rafah, Israel es considerado el enemigo. Es el lugar de procedencia de muchos de los pricipales líderes de Hamás y allí residen también los más extremistas salafistas y jihadistas que desafían al liderazgo de Hamás. Para muchos aquí, colocar el niño en manos de "judíos" era muy arriesgado y políticamente indeseable.
"Pese a que los Ghoutis se consideran independientes, tienen una bandera de Hamás en su living y un adhesivo con la imagen del jeque Ahmed Yassín, un líder de Hamás muerto en un atentado israelí, en el dormitorio de uno de sus hijos. Sin embargo, decidieron seguir la recomendación de su médico y optaron por recurrir a SACH para salvar a su hijo y regresaron de Israel luego de una operación exitosa".
Obviamente nadie espera que las operaciones a niños palestinos logren horadar significativamente la muralla de odio que rodea a Israel. Pero para quienes están en SACH su labor no es una apuesta política, sino una profunda afirmación de valores humanistas.