El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, aprobó la propuesta presentada por el responsable de la Agencia Judía para Israel, Natán Sharansky, para liberalizar el acceso al Muro de los Lamentos en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
La medida pretende ampliar la plaza de oraciones, donde los fieles son segregados por sexo de acuerdo con la práctica ritual ortodoxa, a fin de añadir una sección mixta para otras corrientes del judaísmo.
Netanyahu solicitó a Sharansky que se reúna con sus dos principales colaboradores - el secretario de Gabinete, Zví Hauser, y el asesor de seguridad nacional, Yaakov Amidror - con el objetivo de establecer un calendario de implantación de la nueva medida, según informó el diario israelí «Haaretz».
Durante su última reunión, celebrada la pasada semana en Londres con motivo del viaje que ambos realizaron para asistir al funeral de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, Netanyahu comunicó a Sharansky que había aceptado su propuesta y que estaba impresionado por la buena acogida que ésta tuvo entre las comunidades judías.
El objetivo de Sharansky es que se adapte una antigua excavación arqueológica situada en el sur del Muro para abrir este recinto, que estaría conectado con los otros lugares de oración y en el que hombres y mujeres pudieran oficiar sus rezos juntos. Su plan, aseguró, no causará ningún daño estructural en la Mezquita de Al Aqsa situada en el Monte del Templo.
De acuerdo con esta reforma, la nueva sección mixta estaría abierta durante todo el día, sin límite de horario. Sharansky recomendó que la nueva zona sea supervisada por una autoridad conjunta dirigida por el Gobierno de Israel y la Agencia Judía.
La propuesta llega después de que en los últimos meses un grupo de mujeres conocido como «Mujeres del Muro», intentara llevar a cabo ritos judíos por los cuales algunas de sus miembros fueron arrestadas.
«Mujeres del Muro» es una ONG que lucha contra la segregación espacial entre hombres y mujeres que se acostumbra a hacer en este lugar sagrado en aplicación de la tradición ortodoxa judía. El grupo suele reunirse todos los meses ante el Muro de los Lamentos, lo cual suele concluir con la detención de sus integrantes por vestir prendas para la oración o realizar lecturas de las escrituras sagradas, dos prácticas que la ortodoxia judía prohíbe a las mujeres.
El pasado 11 de abril la policía detuvo a cinco mujeres junto al Muro por vestir un talit para la oración que el judaísmo ortodoxo reserva exclusivamente a los hombres.
Estos incidentes causaron consternación entre los movimientos reformistas y conservadores del judaísmo, predominantes entre los judíos residentes en la diáspora y que permiten a hombres y mujeres orar juntos.
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