Dos documentales de producción israelí sobre el conflicto con los palestinos fueron preseleccionados para una nominación a los premios Oscar. Las películas representan un reconocimiento inusual a los participantes extranjeros en una categoría dominada por producciones estadounidenses.
Las cintas examinan el conflicto con puntos de vista contrastantes, uno a través de los ojos de los israelíes y otro a través de los palestinos.
El filme «The Gatekeepers» incluye entrevistas con ex líderes del servicio de espionaje israelí mientras que «5 Broken Cameras» cuenta la historia de un camarógrafo palestino aficionado que documenta los enfrentamientos entre sus vecinos y los soldados y residentes israelíes.
Ambas películas fueron incluidas entre las selecciones de los críticos de «The New York Times» y elogiadas por el principal crítico del diario como los mejores documentales del 2012. Las nominaciones al Oscar serán anunciadas el 10 de enero.
La imagen de Israel al exterior se ve afectada por el conflicto con los palestinos, pero incluso los mejores críticos afirman que la industria cinematográfica muestra que el Estado judío sigue siendo una democracia viva. En años recientes los festivales internacionales de cine premiaron a los directores israelíes por sus obras.
«Nuestra capacidad de autocrítica es auténtica», dijo Yehuda Stav, principal crítico de cine del diario israelí Yediot Ahronot. «En Israel hay una libertad completa para hacer documentales que hablen sobre nuestros problemas y que critiquen lo que hacemos», agregó.
En Israel, los cineastas y los periodistas tienen fácil acceso a altos funcionarios. Ello ayudó al director de «The Gatekeepers», Dror Moreh, a lograr entrevistas exclusivas con algunos de las figuras más desconocidas pero centrales de Israel: seis directores jubilados del Shin Bet.
En la película de Moreh sus relatos son entretejidos con gráficos animados que le dan vida a las fotos de archivo y a los recortes de periódico para revelar la planificación de asesinatos selectivos e interrogatorios.
En conjunto los testimonios de los directores del Shin Bet presentan críticas duras al fracaso de Israel para resolver el conflicto con los palestinos, pues argumentan que el Ejército solo no puede conseguir la paz.
Moreh dijo que quería cambiar la forma en la que se percibe el conflicto al presentar a las personas cuyo trabajo es dirigirlo.
La otra película preseleccionada para el Oscar, «5 Broken Cameras», tiene imágenes tomadas por el campesino palestino y cineasta aficionado Emad Burnat, quien compró una cámara para hacer videos caseros, pero terminó documentado seis años de vida familiar ante el fondo de las protestas palestinas contra la construcción de la cerca de seguridad en Cisjordania en medio de su poblado, Bilín.
Las manifestaciones comenzaron la misma semana que nació su hijo. Sus imágenes muestran los cumpleaños de su hijo junto con la conciencia que va cobrando el pequeño sobre la realidad política en la cual nació.
Una por una las cámaras de Burnat se dañaron por las latas de gases lacrimógeno del Ejército israelí y sus balas de goma, otra al ser arrojada por un residente judío furioso y una más al ser aplastada en un accidente de tractor.
«La cámara fue siempre mi amiga», dijo Burnat, quien codirigio la película con el israelí Guy Davidi.
Los auspicios israelíes para producir la cinta de Burnat le causaron dificultades en el mundo árabe. Los festivales en Dubai, Qatar y Egipto se negaron a proyectarla sin ofrecer explicación.
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