No hay ningún problema médico especial en Israel, y no se necesitan vacunas para viajar aquí. Las farmacias y los hospitales están disponibles en todas las ciudades principales; los servicios de emergencia y la atención de la salud siguen un estándar occidental muy elevado. Los farmacéuticos y todo el personal médico tienen un adecuado nivel de inglés. En las farmacias de Israel los medicamentos “sin receta” son algo muy común. Si se precisa de alguna cosa, no hay que dudar en preguntarle al farmacéutico. El seguro médico de viaje es muy recomendable; aunque todos los israelíes están cubiertos por el sistema nacional de seguros de salud, es de esperarse que los extranjeros paguen por cualquier tratamiento recibido en los hospitales públicos o en una clínica.

El agua del grifo es potable y perfectamente apta para el consumo en todo Israel, las grandes ciudades y las zonas rurales por igual.

La comida callejera es segura y limpia, ya sean frituras, pescados o ensaladas. Sin embargo, como en todo, es necesario usar el sentido común y evitar cualquier cosa sospechosa.

Debido al clima cálido en la soleada Israel, no se debe olvidarse utilizar protector solar durante toda el tiempo de estadía, y, sobre todo, beber mucha agua.