Investigadores de la Universidad de Haifa dicen haber descubierto la «mejor medicina» para que las empresas puedan combatir el absentismo laboral de sus trabajadores, y sugiere que aquellas que ofrezcan apoyo emocional e individualizado podrán reducir el tiempo de baja de estas personas.
Así se desprende de los resultados de un artículo que publicará próximamente el «European Journal of Work and Organizational Psychology», con el que tratan de buscar alternativas para el cada vez más frecuente absentismo laboral, que en Estados Unidos hace perder aproximadamente 225 millones de dólares al año.
Los trabajadores que sufren intensas jornadas laborales corren el riesgo de acumular estrés y la tensión psicológica que desarrollan se puede traducir en algunos síntomas somáticos, como dolor de estómago o dolor de cabeza, que finalmente pueden ser motivo de una baja.
En este sentido, los autores del estudio, dirigido por la Dra. Mijal Birón, se dedicaron a analizar cómo la dinámica interpersonal del lugar de trabajo influía en el trabajador «quemado», tanto en la duración de sus síntomas como en el tiempo de recuperación que éste necesitaba.
El estudio se realizó en una fabrica de China y se llevó a cabo un seguimiento a 241 trabajadores, a quienes se les pidió que informaran sobre los síntomas somáticos más frecuentes experimentados en el último mes, tales como dolores de cabeza o dolor muscular, así como sobre con qué frecuencia su supervisor les ofreció apoyo en estos casos.
Los resultados mostraron que el apoyo del supervisor, reduciendo la carga de trabajo o aumentando la formación para tratar de contrarrestar el estrés, favorecía una mejor recuperación del trabajador.
«El trabajador que recibe este tipo de apoyo es más probable que supere el estrés somático y siga trabajando de manera productiva», dijo Birón.
Según esta experta, aquellos empleados que desarrollan síntomas somáticos de estrés y no reciben apoyo del jefe podrían quedarse en el trabajo por temor a su posición pero, según muestra el estudio, en estos casos es más probable que el trabajador no se recupere del todo y acabe pidiendo la baja.
Asimismo, el estudio también muestra que el apoyo de los propios compañeros de trabajo desde el principio, cuando aparecen los primeros síntomas, también juega un papel a la hora de atenuar los efectos somáticos del estrés.
«Con las enormes pérdidas económicas por absentismo que se producen en muchas empresas, los resultados de este nuevo estudio arrojan luz sobre los factores que influyen en las bajas por enfermedad y que pueden ser considerados para reducirlas», explicó la Dra. Birón.
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