Un estudio israelí trae una buena noticia para los amantes del azúcar: comer cosas dulces en el desayuno puede ayudar a bajar de peso.
En la mañana, cuando el ritmo metabólico del cuerpo es más rápido, el consumo controlado de dulces puede reducir los antojos durante el resto del día.
Investigadores del Centro Medico Wolfson, la escuela de nutrición de la Universidad Hebrea de Rehovot y la Universidad Central de Ariel examinaron esta hipótesis en 193 israelíes con sobrepeso.
La mitad consumió un desayuno consistente en 600 calorías que incluía dulces: una barra de chocolate, mousse de chocolate, torta o un buñuelo.
La segunda mitad de la muestra recibió un desayuno dietético con bajo contenido de carbohidratos de tan solo 300 calorias.
Al finalizar la dieta, que se extendió durante cuatro meses, el promedio de pérdida de peso de los participantes de ambos grupos era similar.
Sin embargo, luego de otros cuatro meses, aquéllos a quienes se había permitido comer algo dulce durante la mañana perdieron 20 kilogramos en promedio - perdiendo entre 70.6 y 91.2 kilogramos -, mientras que aquellos que habían sido asignados en el grupo del desayuno dietético aumentaron de peso aunque seguían pesando menos en comparación al comienzo del estudio.
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