Científicos de la Universidad de Tel Aviv desarrollaron un sistema de computación con el objetivo de reunir los fragmentos de la mayor colección del mundo de documentos medievales, la legendaria Genizá de El Cairo, que relata diversos aspectos de la historia y la cultura del pueblo judío durante 1000 años.
En 1753 el explorador alemán Simón von Geldern encontró en la sinagoga egipcia Ben Ezra del año 882 una serie de textos, hoy casi invaluables para la historia, denominados la Genizá de El Cairo. Se trata de un amplio compendio de fragmentos formados por textos religiosos, comerciales, sociales, legales y filosóficos cuya antigüedad data del siglo IX.
Los contenidos son diversos, ya que van desde poemas litúrgicos o documentos de comercios hasta misivas personales, como la carta de una madre nostálgica a su hijo, por lo que los escritos permiten no sólo reconstruir culturas del pasado, sino también conocer detalles íntimos de algunas personas.
Hasta el momento se han reconstruido más de 1000 documentos, en base a 350.000 elementos que se encuentran en una sala de almacenamiento de la capital egipcia.
Para reconstruir el material, profesores de la Universidad de Tel Aviv elaboraron un programa de cómputo basado en reconocimiento facial, que identifica fragmentos de la Genizá. El programa no se basa en el contenido sino en la escritura, es decir, las herramientas de imagen y procesamiento de datos analizan las propiedades físicas, el espacio entre líneas y la forma del manuscrito para encontrar coincidencias y agruparlas en una sola base de datos.
Según afirman los investigadores, estos documentos son, en algún sentido, más importantes que los Rollos del Mar Muerto, que forma parte de una literatura religiosa, ya que la Genizá del Cairo revela los detalles del día a día de un milenio de vida judía, desde lo mundano hasta lo extraordinario.