Un equipo de científicos israelíes desarrollaron una nueva tecnología que permitirá implantar cultivos en áreas de sequía alrededor del mundo, minimizando así las hambrunas y los conflictos.
El equipo, dirigido por el profesor Shimón Gepstein, rector del Centro Académico Kineret, modificó genéticamente una planta que puede soportar corrientes de aire congeladas después de no recibir agua durante un cierto período de tiempo y luego «volver a la vida», cuando el suministro de agua se renueva. Todo esto sin incurrir en daños a la estructura física de la planta.
El hallazgo fue descubierto por casualidad durante la ejecución de experimentos sobre la prolongación de la longevidad de las plantas. Al experimentar con hojas de tabaco, los científicos fueron capaces de desarrollar una planta que vive dos veces más que el promedio de la planta del tabaco, ofreciendo flores y frutos mucho después de que las plantas regulares marchitaron y murieron.
Cuando las puntas de las hojas fueron cortadas, las plantas regulares se ponen amarillentas y mueren después de una semana, mientras que las plantas modificadas genéticamente se quedaron verdes durante 21 días.
El descubrimiento fue revelado cuando algunas de las plantas desatendidas durante cuatro semanas se quedaron verdes. Las plantas de tabaco requieren riego cada dos o tres días. Así descubrieron que éstas no perdieron su vitalidad.
El equipo optó por una serie de pruebas controladas. Plantas regulares y de ingeniería no se regaron durante tres semanas. Las regulares murieron y las de ingeniería, una vez más comenzaron a crecer después de recibir agua, sin haber incurrido en ningún daño durante el «período de proyecto».
Este descubrimiento es especialmente importante para Israel. El trigo se planta al comenzar el invierno y sus brotes nacen después de la primera lluvia, pero mueren si no hay precipitaciones posteriores.
Con esta nueva tecnología, los brotes de trigo serán capaces de soportar una cantidad considerable de tiempo sin lluvia. Además, los científicos pronostican más sequías mundiales en el futuro como resultado de los cambios climáticos y este conocimiento recién adquirido puede servir como solución a esta amenaza que se avecina.
Con la disminución de las fuentes de agua, esta nueva tecnología israelí puede ser la clave para la supervivencia de la agricultura en diversas zonas del mundo.
Un portavoz del Centro Académico Kineret anunció que los resultados ya fueron puestos en práctica y que empresas internacionales expresaron su interés en la tecnología.
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