En las próximas horas el calendario del verano azulgrana puede quedar del todo decidido si prosperan las conversaciones que un representante del FC Barcelona estaría realizando en Tel Aviv y Ramallah para que el equipo, como se comprometió su presidente, Sandro Rosell, durante su visita a Israel y la Autoridad Palestina de febrero pasado, visite ambos lugares en misión de paz y de fomento de los valores de la convivencia a través, en este caso, del fútbol.
Aunque las dificultades para jugar un amistoso entre el primer equipo y un combinado de jugadores de Israel y la Autoridad Palestina son enormes aún, pese a la voluntad de las tres partes y el compromiso adquirido en su día, la intención del Barça es materializarla con una visita este verano aunque sólo sea para realizar una actividad y no necesariamente un partido.
Como el objetivo final del club azulgrana es poder jugar algún día no muy lejano contra ese combinado israelí-palestino y el Barça sólo puede planteárselo en verano parece que una visita previa de los cracks contribuiría a superar algunos de los obstáculos que ahora mismo retrasan esta misión.
El representante del club que se encuentra aún hoy en Oriente Medio, conversando con los dirigentes del fútbol de uno y otro lado del conflicto, podría regresar con las fechas y la agenda más o menos cerrada si bien por motivos del calendario del Barça sólo haría esta escala, probablemente de camino a Tailandia para jugar el primero de los dos partidos de la gira asiática, entre el 2 y el 4 de agosto, pues también debe respetar el Shabat hebreo.
El Barça está pendiente de aclarar esta salida para definir el calendario definitivo donde sólo falta colocar el Gamper, que podría celebrarse el 31 de julio excepcionalmente, coincidiendo también con el Congrés y la Trobada Mundial de Penyes, y también la Supercopa contra el Atlético de Madrid, probablemente en la mitad de las dos últimas semanas de agosto.