No hubo sorpresas. España había ganado con claridad los cuatro partidos que disputó para llegar a la final del Europeo sub-21 de fútbol disputado en Israel, y era favorito para retener la corona.

La selección de Italia intentaría sorprender con contragolpes que tanto resultado le dieron durante el torneo. Pero intenciones por un lado y realidad por otro.

A los tres minutos, la «Rojita» ya salía con un gol desde los vestuarios. Jugadón de Morata, quién esta vez fue titular, por izquierda y centro perfecto a Thiago Alcántara que con un frentazo abrió la cuenta.

España sigo presionando. Italia no podía salir del asedio. Pero lo que es el fútbol: despeje largo de Bianchetti a Ciro Immóbile que se sacó de encima a los zagueros y con «jopeada» incluida venció al portero David De Gea, quien perdió el invicto de más de 1.000 minutos sin goles.

Recién iban 10 minutos y las más de 30.000 personas que llenaron el Estadio Teddy de Jerusalén estaban rechonchos por el nivel de la final.

El empate hizo emparejar el partido. Italia se animó a través a de Insigna y Borini y De Gea tuvo dos salvadas propias de un arquero de primer nivel.

Pero como se dice en la jerga futbolera: «goles errados son goles en contra», y Thiago no perdonó. Primero aprovechando un quedo de la zaga italiana y fusilando a Berdi y más tarde convirtiendo un penal bien sancionado por el juez esloveno, Matej Jug, quién supo dirigir la final con firmeza y decisión.

Triplete de Thiago, la gran promesa del FC Barcelona, a quien pronto veremos en la Champions Europea, y 3-1 al final del primer tiempo.

Devis Mangia, el DT italiano, intentó la remontada y movió el banco. Insigna y Lorenzo pusieron a prueba a De Gea quién respondió bien debajo de los palos.

España cedió el terreno, pero castigó de contragolpe. Montoya fue derribado dentro del área y esta vez fue Isco el que batió a Berdi. 4-1 y final liquidada.

Borini tuvo tiempo de descontar a 10 minutos del final y poner un poco nervioso a Joan Lopetegui, el DT del campeón, haciendo dos cambios para buscar mantener la pelota.

Ya no quedaba tiempo. Silbato final, 4-2 y fiesta española con apoyo y aplauso de todo el público israelí que supo reconocer la gran actuación del campeón.

Así pasó el sub-21. La Asociación de Futbol Israelí se llevó muchos elogios de parte de UEFA y de su mismísimo presidente, Michel Platiní, presente en la final.

Estadios llenos, buen ambiente y la selección local que no desentonó pese a no haber clasificado a semifinales.

Ojalá que no tengamos que esperar tanto tiempo para ser sede de un acontecimiento futbolístico de esta calidad.

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