Israel se unió a un influyente grupo de países ricos que ayuda a las naciones pobres endeudadas, en el más reciente impulso para la imagen económica internacional del Estado judío.
El Club de París anunció la incorporación de Israel como miembro pleno. El grupo se conforma ahora de 20 países.
El club es un grupo informal de gobiernos que negocian colectivamente con países pobres abrumados por enormes deudas. Fue creado en 1956, realizó operaciones de crédito para 90 países y puede cancelar o reestructurar deudas cuando los estados se encuentran al borde de la quiebra.
Argentina, por ejemplo, acordó en mayo con el Club de París un plan para resolver 9.700 millones de dólares en deuda impaga desde el desplome económico de 2001-2002.
Alemania y Japón concentran el 60% de la deuda total, le sigue Holanda, Italia y Estados Unidos, con cifras que no superan el 8% del total alcanzado cada uno.
La noticia viene a fortalecer la imagen económica internacional que promueve el Gobierno israelí desde hace varios años. Datos del club informal, revelan que desde 1983 y hasta mayo del 2014, el Estado hebreo participó en más de 30 negociaciones.
En un comunicado, el ministro de Finanzas israelí, Yair Lapid, elogió la decisión diciendo que «demuestra el poder económico de Israel y presenta prueba adicional de que nuestro lugar está al lado de los países más fuertes en el ámbito internacional».
Israel, que comenzó como en 1948 una diminuta nación agrícola, evolucionó en una economía de tecnología avanzada.
En 2010, después de una gestión de 16 años, Israel fue aceptado en la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), un foro de políticas para las economías más desarrolladas del mundo.
La inclusión de Israel en esos organismos, y sus progresos económicos en años recientes, tiene lugar en momentos en que las economías de países pudientes en Europa se ven en dificultades.
Francia, en particular, experimentó dos recesiones en los últimos años y no pudo retomar el crecimiento.
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