La economía israelí cerrará 2011 con un crecimiento de más de 4.0 por ciento del Producto Interno Bruto, pero con grises previsiones para 2012 porque los indicadores anuncian una regresión que afectará a todos los sectores y relanzará el desempleo.
La principal amenaza que se cierne sobre se origina en el extranjero, en especial en occidente, donde la continuación de la crisis financiera retrasa la recuperación y bloquea las posibilidades de Israel de seguir creciendo.
"La economía israelí está en una posición relativamente fuerte gracias a las políticas de las diferentes agencias del gobierno en los últimos años", indicó un informe del Banco de Israel.
Sin embargo, el reporte advirtió que "debemos esperar una disminución en el ritmo de crecimiento como resultado de los desarrollos en las economías europeas".
La economía israelí, una de las más pequeñas que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con sólo 7.4 millones de consumidores, depende de los mercados americanos y europeos para su desarrollo.
Cualquier retraso en esos mercados afectará de manera directa a un país en el que la crisis financiera mundial pasó hasta ahora de manera tangencial.
Expertos israelíes en la material consideraron que el alto grado de incertidumbre que prevalece en el mundo, con posibilidad de nuevas recesiones en los principales mercados, hace que la economía israelí se vea dependiente de lo que ocurra en Europa.
"Debemos tener la esperanza de que el escenario final no acabe disolviendo la zona del euro, una circunstancia que no nos permite saber qué es lo podría ocurrir realmente", agregó el reporte.
En cualquier circunstancia, Israel prevé que mientras la incertidumbre siga en los mercados europeos habrá un impacto negativo que hará declinar su propia actividad y que quizá conduzca a un crecimiento del desempleo a niveles ligeramente más altos que los de hoy, que están por debajo de 6.0 por ciento.
En una reciente comparecencia en la Knéset, el presidente del Banco de Israel, Stanley Fischer, destacó que hay señales en ambas direcciones.
"El desempleo es bajo, la construcción está a un alto nivel y las inversiones en el tercer trimestre son de alto nivel", afirmó.