Uno de cada cinco israelíes y uno de cada tres niños en Israel vive en la pobreza, según un informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que coloca al Estado hebreo el primer lugar en tasa de pobreza entre las naciones desarrolladas.
Estos resultados alarmantes muestran que la tasa de pobreza en Israel aumentó en un 21% en comparación con sólo el 13,8% en 1995.
En un informe que examina cómo acciona el mundo desarrollado ante la recesión mundial, la OCDE advirtió que la «crisis financiera disminuye los ingresos y aumenta la desigualdad y la pobreza en todos los ámbitos». En el informe del año pasado, Israel ocupó el segundo lugar detrás de México en el número de familias pobres de los países de la organización.
El reporte coloca a Israel, que se unió a la OCDE en 2010, en el quinto lugar en lo que respecta a diferencias de ingresos entre ricos y pobres, después de Chile, México, Turquía y EE.UU. En Israel, como en otros países, los más afectados por la desaceleración mundial son las familias con numerosos hijos y bajos ingresos, principalmente en las comunidades árabes y ultraortodoxas, que se mantienen muy por debajo del umbral de la pobreza.
«Estos hallazgos preocupantes subrayan la necesidad de proteger a los más vulnerables de la sociedad, especialmente de las medidas que los gobiernos toman para controlar el gasto público», dijo el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría.
«Las políticas para impulsar empleo y crecimiento deben ser diseñadas para asegurar la equidad, la eficiencia y la inclusión. Entre estas políticas, la reforma de los sistemas fiscales es esencial para asegurar que todos los ciudadanos aporten impuestos diferenciales y reciban del Estado el apoyo necesario», agregó el funcionario.
Además de las recomendaciones de la organización, los analistas nacionales criticaron los recortes en los subsidios familiares incluidos en el presupuesto bianual ratificado por el Gobierno de Netanyahu a principios de semana.
El director del Seguro Social, Shlomó Mor-Yosef, señaló que la reducción de los subsidios llevará a que 40 mil familias más se encuentren debajo del umbral de la pobreza.
«Hoy en día las familias que viven en la pobreza apenas conseguirán sobrevivir con los recortes previstos: los de asignaciones por hijos, el IVA y otros servicios sociales como la atención dental y los subsidios de guardería. Estas familias no podrán soportar la situación», advirtió el funcionario.
«No hay duda de que el constante aumento de la pobreza en Israel indica que se necesita un cambio fundamental. La pobreza representa una amenaza de primer orden», afirmó el ministro de Bienestar Social, Meir Cohen, miembro del mismo partido - Yesh Atid - que el ministro de Finanzas, Yair Lapid, principal responsable de los recortes presupuestarios, señalando su intención de presentar un plan de emergencia nacional para luchar contra tal situación.
Según Erán Weintraub, director de la fundación de caridad Latet, el alto índice de pobreza en Israel es el resultado de políticas gubernamentales equivocadas y de un orden errado de prioridades nacionales.
«Sólo plantear el problema de la pobreza como objetivo central en la agenda del Gobierno permitirá a Israel alcanzar en una década la tasa media de pobreza en la OCDE y detener la desintegración de la sociedad y el crecimiento de la brecha cada vez mayor entre ricos y desposeídos», aseveró Weintraub.
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