Hace cuatro años, el Gobierno israelí declaró a Nazaret como zona de prioridad nacional, lo que significó que a la mayor ciudad árabe del país se le otorgaron incentivos económicos y empresas que se trasladaron al lugar gozaron de derechos a exenciones fiscales.
Recientemente, el primer parque industrial en Nazaret fue inaugurado oficialmente por el empresario israelí, Stef Wertheimer, tras 12 años de construcción.
Wertheimer, fundador de la empresa Iscar Metalworking Cos, recientemente adquirida por el magnate norteamericano, Warren Buffet, ya abrió anteriormente siete parques industriales, cuatro en la Galilea, uno en el Negev y uno en Gebze, Turquía en 2003.
Wertheimer invirtió 22 millones de dólares en el parque industrial de Nazaret, que está situado en una colina cerca de la ciudad, que domina el valle de Jezreel.
En una década, el parque tendrá como objetivo albergar 25 empresas orientadas a la exportación que garanticen 1.000 puestos de trabajo.
Wertheimer pretende acercar más a la población árabe israelí a la alta tecnología y al ramo de las nuevas empresas que aportaron un 25% en el aumento del PIB de Israel en los últimos diez años, según un informe publicado en «The Economist».
En la ceremonia de inauguración, Wertheimer señaló que el parque contribuye a varios factores importantes, como la economía, la sociedad y la convivencia entre judíos y árabes.
El presidente israelí, Shimón Peres, y el gobernador del Banco de Israel, Stanley Fischer, estuvieron presentes en la ceremonia de inauguración. Peres destacó el hecho de que en Israel hay 70.000 ciudadanos árabes con títulos universitarios que se están integrando a las industrias avanzadas del país.
De acuerdo con el reciente informe de «The Economist», miles de científicos informáticos árabes israelíes se gradúan en las universidades cada año y contribuyen a desarrollar programas para sus usuarios y su mercado de software. Algunos de los proyectos en curso incluyen un servicio de reserva en línea para hoteles y otro de libros árabes electrónicos en la región.
Las tres empresas que ya se encuentran instaladas en el parque industrial de Nazaret son la companía israelí de telecomunicaciones internacionales, Amdocs, que cuenta con 100 empleados. Alfa Omega, una empresa que fabrica productos para neurológía y neurocirugía, fundada por los emprendedores Reem e Imad Younis, residentes en Nazaret, y BRF Ingeniería, propiedad del empresario Rabei Ibrahim.
«Existe un gran potencial para la población árabe que viven en el área metropolitana de Nazaret», afirmó Smadar Nehab, directora del centro de capacitación Tsofen en la ciudad, que se estableció con otros dos socios en 2008 para integrar a dicha población en el campo de alta tecnología de Israel.
Nehab, que nació en el kibutz Hazorea, en el valle de Jezreel, fue una de las primeras mujeres que se instalaron en el Silicon Valley, en California, y que luego de sus éxitos empresariales regresó a Israel con su familia.
«Hay un enorme potencial para transformar la vida de la comunidad árabe israelí en la zona metropolitana de Nazaret», destacó en «The Economist».
El Gobierno israelí también alienta la representación árabe en la industria de alta tecnología. El ministerio de Industria, Comercio y Trabajo proporcionó una sexta parte del presupuesto de Tsofen durante los últimos tres años.
Además, la oficina del presidente hebreo, Shimón Peres, puso en marcha un programa denominado «Maan'tech» junto con John Chambers, CEO de Cisco, quien colabora junto con Tsofen y otras organizaciones similares para apoyar la inclusión de ciudadanos árabes israelíes en el campo de la alta tecnología.
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