Los ministros de Finanzas de Israel y de la Autoridad Palestina (AP) celebraron su primera reunión con el objetivo de reactivar el trabajo de las comisiones técnicas especializadas, informaron medios hebreos.
El encuentro de ambos tituares en Jerusalén se produjo diez días después de que entrara en funciones el nuevo ministro de Finanzas palestino, Shukri Bishara, y a cuatro meses de que lo hiciera el israelí, Yair Lapid.
«La cooperación económica será beneficiosa para Israel y para la Autoridad Palestina. Seguiremos reforzando nuestros vínculos y promoviendo cuestiones económicas importantes para ambas partes», declaró Lapid a los medios locales al finalizar el encuentro.
Antes de la reunión el Gobierno palestino informó en un comunicado que ambos hablarían de la reactivación de las comisiones conjuntas técnicas, organismos creados por el protocolo económico de los Acuerdos de Oslo para fomentar la cooperación económica y comercial entre las partes.
El trabajo en esas comisiones, interrumpido durante la segunda Intifada, fue retomado cuando Salam Fayyad fue nombrado primer ministro de la AP en 2007, pero de forma discontinua y siempre estuvo sujeto a las tensas relaciones políticas entre los dos gobiernos.
Las comisiones suelen abordar la administración de los pasos fronterizos, el abastecimiento comercial, de combustibles y de electricidad, cuestiones de agua y recursos naturales, telecomunicaciones y todo tipo de asuntos de interés común.
De acuerdo a un comunicado de la AP, Bishara y Lapid también trataron la deuda que los palestinos tienen con la empresa nacional de electricidad israelí, que asciende a más de 1.000 millones de shekels - unos 277 millones de dólares -, así como los impuestos y tasas aduaneras que Israel recoge y retiene para la AP.
Este dinero, unos 100 millones de dólares mensuales, es vital para la administración pública palestina, que afronta una de sus peores crisis económicas desde que fue creada en 1994.
Bishara, un economista que entró en funciones con el nuevo primer ministro Rami Hamdallah, atribuyó a la ocupación israelí la caótica situación de las finanzas palestinas porque «impiden el desarrollo de la economía en la AP», explicó en una visita a Jericó.
Mohamed Mustafa, viceministro de Finanzas, reveló que la AP acumuló una deuda interna y externa de 4.200 millones de dólares y advirtió que no hay previsión de mejora a corto plazo.
Uno de los objetivos del nuevo Gobierno palestino es resolver el alto desempleo, que afecta en Cisjordania a unas 250.000 personas, principalmente jóvenes.
La deuda palestina incluye 600 millones de dólares a bancos y 1.000 millones a instituciones financieras internacionales.
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