Nueve soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que acampaban cerca del asentamiento judío de Yitzhar, en Cisjordania, con el objetivo de cuidar a su población, no podían creer lo que veían.
La pasada madrugada sufrieron de cerca la ira de unos 30 jóvenes extremistas israelíes, disconformes con el accionar del las FDI, que horas antes desmantelaron varias estructuras ilegales erigidas en esa localidad.
Tras irrumpir en la base, los atacantes despertaron a los gendarmes y les «ordenaron» abandonar la carpa.
Luego procedieron a destruir todo lo que había en la base: carpas, cocina, un generador, un tanque de combustible, un tanque de agua y un baño químico.
Luego de 20 minutos de vandalismo se dispusieron a incendiar la carpa de los soldados cuando uno de ellos les indicó que adentro estaban sus efectos personales, por lo cual decidieron renunciar a su propósito y marcharse.
Cabe destacar que los soldados estaban armados, disponían de equipos modernos para dispersar manifestaciones violentas y de teléfonos para comunicarse con sus superiores a fin de informarles sobre lo ocurrido y recibir instrucciones. No obstante, y a pesar de ser responsables directos de la guardia del campamento y de cuidar el material militar, optaron por no reaccionar.
Asimismo, ninguna dotación de las FDI acudió en su ayuda durante todo el tiempo que duró el ataque.
Además, luego del salvaje «pogrom» de los colonos, y de que trascendiera la noticia, la unidad del vocero de las FDI prohibió estrictamente a los soldados a conceder información a los medios.
«Ordené a las FDI a actuar de forma contundente contra todo aquel que ataque a nuestros soldados y oficiales. Este incidente se merece toda las condenas. Las FDI deben estar concentradas en defender a nuestros ciudadanos y no ocuparse de estos intolerables desmanes», reaccionó el ministro de Defensa israelí, Moshé Yaalón.
«Fue una acción violenta con carácter terrorista cometida por un grupo criminal en Judea y Samaria», agregó Yaalón. Palabras mayores que por el momento, en el terreno, no se tradujeron en detenidos.
«Este un hecho muy grave que cruzó todas las líneas rojas», afirmó el ex jefe del Comando Centro de las FDI, el general Gadi Shadmi en una entrevista.
«Espero que la dirigencia de Judea y Samaria se aparte de estos vándalos que gozan del apoyo de sus rabinos», añadió.
Uno de los líderes del Consejo de Judea y Samaria, Danny Dayán, expresó su «más rotunda condena».
«Hay que detener a los agresores y llevarlos ante los tribunales. Lo que hicieron es un acto criminal y no representan en absoluto a los habitantes judíos de Judea y Samaria», declaró Dayán.
La tensión en las últimas horas entre las FDI y los colonos de Yitzhar se centra en las posibles represalias.
Yitzhar, un asentamiento de 200 familias situado al sur de Nablus, es uno de los principales focos del núcleo duro de los colonos. Extremista entre extremistas. Jóvenes que sólo hacen a sus rabinos y no dudan en enfrentarse a los palestinos o a las FDI.
Tras cada atentado palestino o evacuación de un enclave judío a cargo de las FDI, suelen llevar a cabo su particular reacción, ya sea contra palestinos o, como en la pasada madrugada, contra militares israelíes.
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