En la ceremonia en el Memorial de Yad Vashem, en Jerusalén, en el Día de Recordación del Holocausto, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, lanzó una fuerte advertencia al mundo para que aprenda las lecciones del pasado y evite otra masacre similar.
Netanyahu comparó el genocidio nazi con la intención de la República Islámica de Irán de fabricar armas nucleares y las referencias de sus líderes a la destrucción de Israel y la negación de la Shoá.
El mandatario hebreo señaló que al igual que poco antes de la Segunda Guerra Mundial, en el mundo había algunos que se negaban a enfrentar verdades incómodas.
«En este lugar dije que tenemos que identificar una amenaza existencial a tiempo, y hoy pregunto por qué en los años antes del Holocausto la mayoría de los líderes mundiales no vieron el peligro a tiempo. En retrospectiva, todas las señales estaban ahí», afirmó.
«¿Aprendió el mundo la lección de los errores del pasado? Hoy nos enfrentamos otra vez a hechos claros y estamos frente a un peligro real. Irán pide nuestra destrucción y desarrolla armas nucleares», agregó.
Netanyahu reiteró que Irán busca un acuerdo con la comunidad internacional que le permita continuar con su programa nuclear al mismo tiempo que logra que se alivien las sanciones en su contra, y advirtió de la amenaza que supone que Teherán logre los armamentos nucleares.
Bajo el lema este año de «En el abismo: 1944 entre la Aniquilación y la Liberación», el acto oficial se inició ante la presencia de destacadas personalidades políticas, militares y religiosas, así como invitados locales y extranjeros.
El presidente israelí, Sihmón Peres, aseguró que la existencia del moderno Estado judío «disuade contra cualquier intento de un nuevo Holocausto».
«Un Israel fuerte es nuestra respuesta a los horrores del antisemitismo, pero no disculpa al resto del mundo de su responsabilidad por no haber impedido que esta enfermedad regrese a sus hogares», aseveró.
Durante la ceremonia que tuvo lugar en la Plaza del Gueto de Varsovia de Yad Vashem, seis supervivientes acompañados por familiares prendieron las antorchas en memoria de los seis millones de judíos asesinados. También se presentó un video sobre cada una de sus historias personales.
Hoy, lunes, tanto en la Sala del Recuerdo de Yad Vashem, como en el Parlamento, se leerán nombres de las víctimas y a las 10.00 de la mañana y durante dos minutos se detendrá toda actividad en carreteras, calles, comercios e instituciones cuando se oigan por los altavoces y medios de comunicación las sirenas antiaéreas.
Todos los escolares visten de blanco e interrumpen los estudios para participar en ceremonias de remembranza.
Yad Vashem es la institución pública que conserva la memoria de la Shoá y preserva los «Testimonios de vida» de 3 millones de víctimas que fueron identificadas hasta ahora.
Las televisiones emiten documentales y películas sobre el Holocausto y se desarrollan actos institucionales y religiosos en recuerdo a los desaparecidos como consecuencia de la «Solución Final», la política nazi destinada a exterminar al judaísmo europeo.
Israel fijó el Día del Holocausto en la fecha en la cual, según el calendario hebreo, se inicio la rebelión del Gueto de Varsovia, una conmemoración que en los países occidentales tiene lugar el 27 de enero, efemérides de la liberación del campo de Auschwitz por las tropas soviéticas.
En Israel residen actualmente 193.000 supervivientes de la Shoá. La edad promedio es de 85 años, y alrededor de 13.000 murieron en el curso de 2013, según las últimas estadísticas difundidas.
El Ministerio de Educación israelí lanzó recientemente un nuevo programa curricular para extender la enseñanza de la Shoá desde el preescolar, pese a que algunos críticos advierten de que los menores de 6 años son demasiado jóvenes para comprender la desgracia.
En otra práctica iniciada hace quince años, miles de israelíes y judíos de todo el mundo viajaron el fin de semana a Polonia para participar en la «Marcha de la Vida», que recuerda aunque a la inversa, el recorrido que hicieron los internos en su camino a las cámaras de gas de Auschwitz, desde los barracones del campo de Birkenau.
Un informe anual de la Universidad de Tel Aviv reflejó que los ataques violentos en el mundo contra judíos se redujeron en 2013 en un 19% respecto al año anterior, aunque alerta de que el antisemitismo se está expandiendo por Europa especialmente entre sectores de extrema derecha.
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