El ministro israelí de Finanzas, Yair Lapid, amenazó con derribar al Gobierno del primer ministro Binyamín Netanyahu si llegara a anexar «un asentamiento de Cisjordania» y lo llamó a determinar las futuras fronteras de Israel.
En su discurso en la Conferencia Anual de Herzlía, al defender una solución de dos Estados, Lapid atacó la propuesta del ministro de Economía, Naftali Bennett, de anexar bloques de asentamientos en Cisjordania.
«Fuerzas de extrema derecha nos empujan hacia la idea de la anexión que nos llevará a un Estado binacional. No sé si se trata de una maniobra de relaciones públicas o de una realidad, pero no permitiré que esto suceda. Si se anexa un sólo asentamiento unilateralmente, mi partido Yesh Atid no sólo abandonará el Gobierno sino que determinará su caída», afirmó.
Lapid señaló que el apoyo internacional a Israel disminuyó porque «el Ejecutivo no propuso una iniciativa de paz ni presentó un mapa de sus fronteras».
«Un ejemplo del decreciente apoyo se refleja en el reconocimiento del Gobierno de unidad nacional entre Al Fatah y Hamás por parte de Estados Unidos», agregó.
Aunque no mencionó el nombre de Netanyahu, Lapid insinuó que la actual crisis con Estados Unidos se debe a un mal manejo de las relaciones entre el primer ministro y el presidente Obama.
«Esta crisis es el resultado de una actitud problemática y hasta despectiva de nuestra parte, aunque aún es posible y hasta necesario retomar un camino recto y restaurar las relaciones con Estados Unidos. Este será el primer paso para volver a la mesa de negociaciones con los palestinos» aseveró Lapid, y agregó que «un continuo vació político conducirá al aislamiento internacional de Israel, perjudicando su seguridad y su economía».
El titular de Finanzas presentó un plan de paz empezando por el abandono de áreas de Cisjordania donde no hay asentamientos, aunque las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) conservarán la posibilidad de accionar en cualquier lugar que sea necesario. Simultáneamente, Israel suspenderá la construcción fuera de los grandes bloques de asentamientos.
En la segunda etapa, Israel evacuará asentamientos aislados y las FDI se reservarán el derecho de operar en Cisjordania en cordinación con Estados Unidos. Durante este tiempo, según Lapid, se llevarán a cabo negociaciones directas con la Autoridad Palestina (AP), mediadas por Estados Unidos, respecto a las fronteras finales.
En tercera y última instancia, se establecerán fronteras finales entre Israel y la AP, incluyendo intercambio de territorios de común acuerdo, y se discutirán los aspectos fundamentales restantes: estatus de Jerusalén, refugiados, seguridad y agua, entre otros.
«Las fronteras finales serán resultado de las tratativas. Los mapas de las primeras dos etapas son interés israelí y no hay razón para que no comencemos a trazarlos. Una vez que los presentemos, podemos integrar a los países árabes moderados y llegar a un acuerdo regional», añadió.
Lapid explicó que hasta ahora el Gobierno no presentó mapas porque se rehúsa a congelar la construcción en las áreas fuera de los grandes bloques de asentamientos.
«Pero dicho congelamiento no representa una amenaza para nosotros. Es exactamente lo que debemos hacer. No hay razón para seguir conservando asentamientos en áreas que no permanecerán dentro del territorio israelí o invertir billones en infraestructura que al final entregaremos a los palestinos», recalcó.
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