El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, se reunió en con el presidente electo, Reuvén Rivlin, a quien congratuló y animó a dejar las diferencias atrás por el futuro de Israel.
Pese a pertenecer al mismo partido, Likud, son conocidas las diferencias entre ambos. En un principio Netanyahu no apoyó la candidatura de Rivlin, algo que cambió a último momento.
«Nos conocemos desde hace varias décadas. Los dos somos de Jerusalén, hijos de profesores que fueron educados en la filosofía de Jabotinsky y tenemos mucho más en común, como nuestro equipo de fútbol», bromeó Netanyahu aludiendo a Beitar Jerusalén.
El jefe del Ejecutivo añadió que «el trabajo común en nombre de todos los israelíes está por encima de nosotros. Atravesamos mucho juntos y estoy seguro de que sabremos cómo dejar los aspectos menos positivos de lado y actuar con responsabilidad por el futuro del Estado de Israel».
La enemistad entre ambos políticos se remonta a hace más de una década a raíz de la lealtad de Rivlin hacia el entonces jefe del Likud y del Gobierno, Ariel Sharón, si bien, aunó fuerzas con Netanyahu - principal rival de Sharón - en 2005 para mostrar su frontal oposición a la desconexión unilateral israelí de la Franja de Gaza.
Del mismo modo, rechazó la rebelión que encabezó Netanyahu y acabó con la división del partido conservador y condujo a la escisión de Sharón con sus seguidores para formar el partido Kadima.
En 2009, siendo por segunda vez presidente del Parlamento, Rivlin se mostró contrario a una serie de leyes que, alentadas por el Ejecutivo de Netanyahu, rozaban la inconstitucionalidad, lo que sumado a una pelea con la esposa del primer ministro, Sara, condujo al cisma definitivo entre ambos.
Rivlin (74) es visto como independiente de Netanyahu, que trató de frustrar su candidatura hasta que se dio cuenta de que era demasiado popular para detenerla. Mientras que el primer ministro deja que otros hablen de un compromiso de dos Estados con los palestinos, el presidente electo se opone abiertamente a ello y all igual que Netanyahu es un firme partidario de los asentamientos judíos en Cisjordania.
Rivlin aboga por que todo el territorio entre el Jordán y el Mediterráneo debiera estar bajo soberanía israelí. Según él, Israel debería conceder la ciudadanía a los palestinos de Cisjordania en lugar de mantenerlos bajo la combinación actual de una autonomía palestina y un Gobierno militar israelí.
Durante el Ejecutivo anterior, Rivlin se opuso a la legislación apoyada por el ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, y gran parte del Likud que era vista como antidemocrática, incluyendo un proyecto de ley dirigido a los miembros de la minoría árabe de Israel para que tuvieran la ciudadanía y el derecho al voto, dependiendo de su declaración de lealtad a Israel como un Estado judío.
También se opuso a un proyecto de ley con el objetivo de amortiguar las críticas a las políticas del Gobierno y del Ejército en Cisjordania mediante el establecimiento de un impuesto sobre las donaciones de gobiernos extranjeros a las ONGs israelíes.
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