«El primer ministro Netanyahu se entrevistó con el ministro de Seguridad Interior, Itzjak Aharonovitch, y pidió una investigación para encontrar a los autores de este cruel asesinato y determinar las circunstancias», indicó un comunicado de la oficina del líder hebreo.
El cuerpo del adolescente, Mohamad Abu Khdeir (16), fue hallado con marcas de violencia cerca del bosque de Jerusalén.
El crimen podría tratarse de un acto de venganza tras el asesinato de los tres jóvenes israelíes, según estiman varios medios, aunque la policía declaró explorar «todas las pistas».
«Tras las búsquedas, se encontró un cuerpo cerca del bosque de Jerusalén», declaró Luba Samri, vocera de la policía israelí, que se negó a vincular este hecho con el asesinato de los tres israelíes enterrados la víspera en una ceremonia nacional en presencia de decenas de miles de personas.
Antes de Netanyahu, el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás, instó al primer ministro a condenar el asesinato, «al igual que nosotros condenamos el de los tres israelíes».
El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, también condenó «un acto horrible y salvaje» y llamó a «todos el a la moderación».
Un posible caso de venganza es la principal vía de investigación policial dado el ambiente antiárabe reinante en la ciudad, aunque los agentes no descartan que podría ser «un crimen de honor». Poco después de conocerse la noticia, se produjeron enfrentamientos entre un grupo de manifestantes y agentes de policía a las puertas de la vivienda del joven asesinado.
Testigos explicaron que el martes por la noche vieron como un chico era obligado a entrar en un coche a la salida de la mezquita en el barrio de Shoafat, cerca de una zona comercial situada en Jerusalén Este.
La portavoz Samri confirmó que «recibieron la denuncia de que un joven fue obligado a entrar en un vehículo y podría haber sido secuestrado».
Agentes y miembros de los servicios secretos internos se ocupan de la investigación, agregó.
Decenas de soldados israelíes se desplegaron frente a la casa del fallecido, en el barrio de Shoafat, donde alrededor de 300 personas se congregaron en las inmediaciones del edificio de varias plantas en el que vivía.
A medida que aumentaba la tensión, algunos de los concentrados comenzaron a lanzar piedras y otros objetos contra las tropas, que respondieron con métodos antidisturbios, sin que se produjeran víctimas.
El martes por la noche, cuatro adolescentes israelíes fueron detenidos tras atacar a dos palestinos que trabajaban en el centro de Jerusalén, donde decenas de personas se manifestaron al grito de «muerte a los árabes» para pedir venganza por el asesinato de los tres estudiantes judíos.
Según medios locales, agentes de policía arrestaron a un joven judío enmascarado cuando trataba de atacar a un empleado de una famosa cadena de comida rápida situada en la parte peatonal de la ciudad.
Además, otros tres adolescentes fueron igualmente detenidos cuando intentaban una acción similar contra un palestino de origen beduino, igualmente empleado en un comercio del corazón comercial de Jerusalén.
El diario «Yediot Aharonot» informó, asimismo, de enfrentamientos en la calle Yaffo, pulmón comercial de Jerusalén, donde manifestantes bloquearon los accesos, trataron de entrar en el mercado de Mejané Yehuda y gritaron consignas contra los árabes.
«La policía israelí tuvo que rescatar a un joven que quedó en medio de la manifestación contra los árabes en la calle Yaffo y pidió refuerzos para evacuarlo. Los manifestantes intentaron atacarle y la Policía usó la fuerza para evitarlo», añadió.
La Policía israelí elevó la alerta de sus fuerzas al nivel 3, de un total de 5, tras el hallazgo de los cadáveres de los tres jóvenes judíos por el temor a un deterioro de la situación y a posibles represalias por nacionalistas judíos.
La portavoz confirmó que la Policía extremó la vigilancia en todo el país a raíz de varios factores, entre ellos el deterioro de la situación en el sur de Israel tras el estallido de cohetes disparados desde Gaza, que este martes se volvieron a repetir.
Otra de las razones es el temor de que nacionalistas judíos se tomen la justicia por su mano para vengar el asesinato de los tres adolescentes.
La medida se tradujo en un mayor número de patrullas por todo el país, según la portavoz.
Las miradas apuntan al grupo Tag Mejir (Etiqueta de Precio), con un largo historial de ataques contra objetivos israelíes, cristianos y palestinos, como el más propicio para una acción de venganza.
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