Este martes las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) interceptaron un cohete M-75 lanzado desde Gaza hacia Tel Aviv, a más de cincuenta kilómetros, en la que sería la amenaza más importante de las últimas dos semanas. Según testigos de la ciudad de Rishón LeZion, cercana a Tel Aviv, en el cielo se vio el humo tras la destrucción del proyectil mientras sonaban las alarmas de alerta.
Los cohetes M-75 son fabricados por Hamás en Gaza desde que Irán dejó de abastecer misiles Farj-5. Ambos pueden llegar a una distancia de 75 km. Los Farj-5 fueron lanzados durante la operación «Pilar Defensivo», en 2012, hacia Jerusalén, Tel Aviv y otras ciudades del centro de Israel.
Las FDI confirmaron que las baterias antimisiles Cúpula de Hierro alcanzaron cohetes disparados desde Gaza hacia Tel Aviv, Ashdod, Ashkelón, Netivot y Beer Sheva.
Tras varias semanas de hostilidades con Hamás en Gaza, Israel comenzó hoy martes una nueva operación contra el grupo islamista en la franja, bautizada como «Marco Protector». El primer ministro hebreo, Binyamín Netanyahu, llamó a las FDI a prepararse para una operación terrestre en el enclave costero palestino.
De acuerdo con el portavoz de las FDI, el capitán Roni Kaplan, la operación se lleva a cabo en respuesta a los más de 300 cohetes disparados sobre territorio israelí en las últimas 48 horas.
Esta mañana la Fuerza Aérea israelí lanzó 40 cohetes contra objetivos militares en la franja, incluyendo la casa de Mohamed Abdel Rahman Guda, comandante de Hamás.
En los primeros bombardeos de Israel murieron al menos 11 palestinos, entre ellos tres niños menores de cinco años en la zona de Jan Younis y Gaza, a lo que Hamás respondió con un comunicado en el que su portavoz, Sami Abu Zuhri, señaló que «todos los israelíes son objetivos legítimos para la resistencia».
En total son hasta ahora 16 personas las que perdieron la vida en la primera jornada de la operación en Gaza, que dejó también cerca 80 heridos.
Las brigadas de Izz a-Din al-Qassam, el brazo armado de Hamás, aseguran haber lanzado más de 60 misiles a territorio israelí.
Las poblaciones del sur, sobre todo las más cercanas a Gaza, como Ashkelón y Sderot, declararon en estado de emergencia, con los colegios cerrados. Las FDI llamaron a la población cercana a la franja a no alejarse más de 15 segundos de un refugio anticohetes, así como a dormir en las habitaciones reforzadas.
Los últimos días en la zona fueron de una escala progresiva pero intensa de las hostilidades, que culminaron con el bombardeo por parte de la aviación y marina israelí a tres complejos militares de Hamás, 18 lanzaderas de misiles y otras posiciones de infraestructura militar en la franja.
En esta operación, Las FDI utilizan el método conocido como «llamar al tejado» en la que primero lanza un mortero pequeño sobre el tejado de una casa, para avisar a los residentes que salgan, y minutos después lanza un cohete para destruirla.
Con ello, las FDI pretenden reducir el número de víctimas civiles y aumentar el daño a las infraestructuras de Hamás, muchas veces incrustadas en edificios o casas.
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