El Gobierno israelí comenzó a valorar la posibilidad de emprender una incursión terrestre en Gaza tras cuatro días de intensos e incesantes bombardeos sobre la franja, que causaron graves daños a la infraestructura terrorista de Hamás..
Así lo dio a entender el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Benny Gantz, quien aseguró que las tropas están ya preparadas y sólo aguardan la luz verde del Ejecutivo que dirige Binyamín Netanyahu.
«Debemos mirar esta campaña de forma sensata y no histérica. Nada impedirá que sigamos adelante. Las FDI no necesitan una gota que colme el vaso para lanzar una operación terrestre, sólo una directriz política», afirmó Gantz.
El teniente general reiteró que la ofensiva avanza con éxito por la senda marcada, pero que considera que aún no es suficiente para el logro de sus objetivos declarados: detener el lanzamiento de cohetes y destruir la infraestructura de Hamás.
«Gaza se está sumiendo en el desastre. La ofensiva por aire es excelente y los esfuerzos en inteligencia están funcionando», afirmó.
La discusión sobre una operación terrestre está en las reuniones del Gabinete de seguridad, la última de las cuales se prolongó durante horas, donde los ministros discutieron sobre cuándo autorizarla operación y, en ese caso, en qué formato.
La opción que se perfila como más probable es la de una incursión limitada de tanques e infantería en localidades estratégicas para realizar operaciones contra comandantes y puestos de mando, que no sería fácil debido a que Hamás está muy infiltrado en la población.
Lo que parece descartado es la ocupación de la franja. Así, sería una opción similar a la de 2009, y que fuentes militares israelíes definieron como la más útil y eficaz.
Según esas versiones, el plan incluiría la entrada de columnas de tanques y otras unidades de infantería, con objetivos específicos en localidades como Jan Yunis o Rafah, objeto de los bombardeos más intensos de la Fuerza Aérea y la Marina. Su objetivo sería acabar la misión aérea y debilitar la infraestructura militar de Hamas.
Además, el bombardeo sobre Gaza tampoco podrá mantenerse durante mucho tiempo, ya que, en opinión de Amós Yadlin, ex director de Inteligencia Militar, Israel perdería apoyos internacionales. Y, como dijo Gantz, «la operación terrestre es un arma para lograr objetivos políticos».
Sin embargo, lejos de disminuir la capacidad bélica de Hamás, el lanzamiento de cohetes desde Gaza extendió su distancia y las sirenas volvieron a sonar Jerusalén, Haifa y Tel Aviv, animado a los grupos radicales palestinos a lanzar la amenaza de que golpearán incluso el aeropuerto Ben Gurión y advirtieron a las aerolíneas extranjeras del «peligro» de aterrizar en Israel.
Por su parte, Egipto cerró de nuevo el paso fronterizo de Rafah, sólo 24 horas después de abrirlo para permitir el paso de heridos. El Gobierno de Hamás condenó esa decisión que llegó después de que pasaran sólo once palestinos.
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