«Las negociaciones para llegar a un cese de fuego permanente entre Israel y Hamás avanzan por el momento», dijo un funcionario israelí, mientras la segunda tregua de 72 horas se prorrogó por cinco días.
Las partes, por el momento, no lograron ponerse de acuerdo sobre algunos temas cruciales. Hamás sigue exigiendo el levantamiento total del bloqueo de Gaza. Israel, a su vez, exige la desmilitarización del enclave, lo que la delegación palestina rechaza categóricamente.
Sin embargo, Egipto informó que hay avances «lentos aunque sólidos» en el intento de prolongar la tregua por tiempo indefinido. El negociador jefe de Hamás en la delegación palestina, Musa Abu Marsouk, dijo que el ambiente era «complicado pero serio».
Según informó un miembro del equipo palestino citado por «Haaretz», en la cita que duró unas nueve horas, Israel volvió a exigir el desarme de Hamás en Gaza, la destrucción de los túneles, no desarrollar capacidades bélicas y detener pruebas para el lanzamiento de cohetes.
En tanto, el rotativo hebreo señaló que Israel habría aceptado que las fuerzas de seguridad del presidente palestino, Mahmud Abbás, participen en los controles de los pasos fronterizos Erez y Kerem Shalom, entre Gaza e Israel, y Rafah con Egipto.
Assam al-Ahmad, integrante de la OLP y jefe de la delegación palestina, indicó que la Autoridad Palestina (AP) está dispuesta y en condiciones de hacerlo. «El dominio de Hamás ya finalizó», dijo.
El argumento israelí para mantener el bloqueo es que en manos de Hamás los pasos sirven para fortalecer militarmente a la organización terrorista palestina hasta ahora hegemónica en Gaza.
Israel también habría dicho que está dispuesto a aprobar la transferencia de los sueldos a los empleados de Hamás en la franja. Pero el ministro de Economía hebreo, Naftali Bennett, condenó en duros términos esa iniciativa: «El dinero irá a terroristas que cavan túneles debajo de nosotros, construyen cohetes y nos disparan. Se trata de comprar protección de la mafia», aseveró en su página de Facebook.
Según datos de fuentes cercanas a las negociaciones, en esta etapa Israel no admite la apertura del aeropuerto y el puerto en Gaza. En cuanto al desarme de las facciones palestinas, según medios egipcios, los propios mediadores renunciaron a plantear este tema en las negociaciones.
El Canal 2 de Israel informó por su parte que el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, empezó a «preparar» a los miembros de la ultraderecha nacionalista y religiosa de su Gobierno para la firma de un acuerdo que no contempla la desmilitarización de Gaza, que dichos socios ponen como condición para evitar otra ofensiva.
En una entrevista con el mismo canal, el ministro de Finanzas, Yair Lapid, declaró que por ahora «todas las opciones están abiertas, la operación Margen Protector no terminó». Idénticas palabras emitió el ministro de Defensa, Moshé Yaalón, quien agregó durante una visita al Comando Naval, que «es posible que los combates estallen nuevamente».
Según un informe difundido por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), más de 335.000 palestinos siguen en condición de «desplazados» y 16.700 viviendas fueron destruidas completamente o sufrido daños severos en los 33 días de ofensiva.
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