Israel decidió mantenerse fuera de la cumbre de donantes de El Cairo para la reconstrucción de la Franja de Gaza a petición de Egipto, que alertó de que diversos países de la región - entre ellos las acaudaladas monarquías de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos - podrían cancelar su asistencia para evitar compartir mesa con el Estado hebreo.
Según el diario «Haaretz», un acuerdo tácito entre los Gobiernos de Israel y Egipto aseguró la ausencia israelí en el encuentro al que asistieron diplomáticos y organizaciones de más de 70 países.
No obstante, el Ejecutivo israelí, encabezado por Binyamín Netanyahu, debatió la conveniencia de presionar a Egipto para que aceptara su participación en la cumbre, pero el mandatario hebreo decidió no asistir ni enviar una delegación representativa.
La ausencia recuerda que Israel y sus vecinos están muy lejos de normalizar sus relaciones, aunque éstas parecieran bien armoniosas incluso durante el fragor de la ofensiva sobre Gaza y la tensión en la zona desencadenada por los diferentes grupos yihadistas.
El Gobierno egipcio del presidente Abdel Fatah al-Sisi - refrendado en junio en las urnas - participa en el bloqueo por mar, tierra y aire al que Israel somete Gaza desde que Hamás se hizo con el poder luego de un golpe de Estado en 2007.
Tras derrocar al Gobierno del islamista de Mohamed Morsi en 2013, el nuevo régimen de El Cairo selló buen número de los túneles de contrabando que acabaron con la entrada y salida libre de personas y de todo tipo de bienes. La consiguiente situación se agravó con la operación israelí «Margen Protector» contra Hamás en la franja.
El pasado septiembre se anunció un acuerdo entre Israel y los grupos palestinos definido como «Mecanismo para la reconstrucción de Gaza». Israel quiere mantener controles estrictos sobre la importación de materiales de edificación, como cemento, acero y otros productos que son necesarios para recuperar los barrios y localidades de Gaza destruidos por las bombas.
El Gabinete de Seguridad israelí argumenta que pueden usarse con fines bélicos, refuerzo de túneles o búnkeres como los que Hamás utilizó en la guerra contra Israel, a veces incluso cruzando la frontera para atacar poblaciones civiles o llevar a cabo secuestros.
El plan auspiciado por la ONU concedería a Israel el derecho a prohibir o restringir la entrada de ciertos productos.
El Ejecutivo de Netanyahu adujo que Hamás podría «robar» estos materiales para la construcción de los que describe como «túneles de terror».
Por su parte, el ministro israelí de Transporte, Israel Katz, advirtió a la comunidad internacional de que el dinero que donará para la reconstrucción en Gaza quedará «desperdiciado» si Hamás no renuncia a la lucha armada.
En declaraciones ante unos 2.000 seguidores del Likud, el partido en el poder en Israel, el ministro avisó de que su Gobierno está preparado para lanzar nuevas ofensivas contra la franja si lo considera necesario.
«Aquellos días en los que los judíos eran masacrados y no hacían nada se terminaron. Si una operación «Margen Protector» no es suficiente, habrá dos o tres hasta que el terrorismo de Hamás desaparezca. Prefiero que mil madres palestinas lloren a que lo haga una sola madre judía», afirmó Katz, citado por «The Jerusalem Post».
A la reunión, tradicional de la fiesta de Sucot asistieron otros miembros del Gobierno y del ala más dura del Likud como el ministro de Defensa, Moshé Yaalón, o la de Deportes y Cultura, Limor Livnat, además del presidente del Parlamento, Yuli Edelstein.
Katz, uno de los hombre más cercanos a Netanyahu, insistió en que los habitantes de Gaza «deben elegir entre Singapur o Darfur y entre la recuperación económica o la guerra y la destrucción».
«Si eligen el terror, el mundo no debe malgastar ese dinero. Si un solo cohete es disparado contra Israel, todo será reducido a ruinas», amenazó.
Al hilo de este argumento, el ministro israelí recomendó a la comunidad internacional aprender de sus fracasos en Irak y Siria, a los que responsabilizó del auge de grupos yihadistas como el Estado Islámico (EI).
«La próxima vez que nos ofrezcan un acuerdo en el que debemos retirarnos de territorios a cambio de promesas u fuerzas internacionales, les enviaremos a hacer sus deberes en Kurdistán», destacó.
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