Israel reforzó sus medidas de seguridad tras la muerte de un soldado y de una mujer apuñalados en Tel Aviv y Cisjordania, respectivamente, informó la policía.
«La policía se encuentra en estado de alerta máxima. Se desplegaron miles de agentes, oficiales, voluntarios y refuerzos en todo el país para garantizar la seguridad pública», anunció la portavoz policial, Luba Samri.
«La policía lanzó una operación nacional para detener a todos aquellos que se encuentran en situación ilegal en Israel», agregó.
El joven palestino que mató a un soldado en Tel Aviv el pasado lunes era oriundo de Nablus, en Cisjordania, y no tenía permiso de residencia en Israel.
Las autoridades instaron a los israelíes a estar alertas e informar de cualquier vehículo o individuo sospechoso.
«Aplicaremos tolerancia cero a los autores de disturbios», advirtió Samri.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desplegaron por su parte refuerzos en Cisjordania, informó el portavoz militar, el capitán Roni Kaplan.
Según la radio militar, estos refuerzos fueron desplegados en las principales carreteras de Cisjordania y en las paradas de autobús. Precisamente fue en una parada de autobús donde un palestino apuñaló el pasado lunes a tres personas, entre ellas una mujer de 25 años que perdió la vida.
A su vez, las FDI detuvieron a familiares de los dos autores de sendos ataques. En Nablus fueron detenidos el padre y los hermanos del agresor que acuchilló al soldado israelí frente una estación del tren de Tel Aviv, y que falleció horas después a causa de la gravedad de las lesiones. El terrorista fue identificado como Nur al-Din Abu Khashiyeh, de 18 años.
Asimismo, las FDI arrestaron en Hebrón a Yamil al-Ishlomun, hermano de Maher al-Ishlomun, que apuñaló a la joven mujer causándole la muerte, y causó heridas a otras dos personas en Cisjordania. El atacante fue ingresado en un hospital de Jerusalén tras ser tiroteado por un agente de seguridad.
«Generalmente tras un ataque terrorista se lleva a cabo una operación de seguridad y se detiene a familiares para investigar los hechos», declaró Kaplan.
La policía israelí incrementó sus efectivos en Tel Aviv y Jerusalén, donde se elevó recientemente el nivel de alerta.
En las últimas dos semanas cuatro israelíes y una ciudadana ecuatoriana perdieron la vida en cuatro atentado perpetrados por palestinos, dos atropellos intencionados y dos apuñalamientos, en medio de un clima de creciente tensión.
Asimismo, un ciudadano árabe-israelí falleció tiroteado por agentes de la policía tras intentar atacarlos con un cuchillo en una aldea árabe del norte del país, hecho que enardeció las protestas en ese sector que representa el 20% de la población.
Este clima fue azuzado por los recientes disturbios en torno al Monte del Templo de Jerusalén y por enfrentamientos en los barrios árabes de la capital.
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