Fuentes vinculadas al Mossad negaron cualquier tipo de crisis entre el servicio secreto israelí y el primer ministro hebreo, Binyamín Netanyahu.
El comunicado se publicó después de la filtración a la cadena Al Jazzera de un informe del servicio secreto de 2012. En él, el Mossad contradecía a Netanyahu tras su intervención en la ONU en la que afirmó, sosteniendo el dibujo de una bomba, que Irán se encontraba en plena producción de armamento nuclear.
«No hay nada en ese documento que sugiera que hubo una diferencia entre lo que dijo Netanyahu y lo que estimó el Mossad. Hay una diferencia de interpretación y ramificaciones de detalles y hechos en el proceso del programa nuclear iraní. Tengo la impresión de que Al Jazzera intentó crear una división que es completamente falsa. Tamir Pardo puede estar tranquilo», afirmó al Canal 1 Yossi Melman, analista de seguridad e inteligencia de «Haaretz», refiriéndose al actual jefe del Mossad.
Dichas informaciones aparecieron el pasado lunes, el mismo día que tuvo lugar la última ronda de negociaciones sobre el programa nuclear iraní entre Teherán y el llamado G5+1, en el que se encuentra Estados Unidos.
A su vez, Netanyahu, reiteró su firme postura en contra de un acuerdo entre Irán y las potencias mundiales.
«Muy a mi pesar, la información que obtuve en los últimos días fortalece mucho nuestras preocupaciones respecto del acuerdo que está siendo formulado entre las potencias e Irán», dijo Netanyahu durante una visita al cuartel general del Comando Sur de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El mandatario agregó que el acuerdo podría convertir a Irán en «un Estado en el umbral nuclear» y daría a Teherán permiso para fabricar bombas.
Netanyahu indicó que se apegará a su plan de hablar ante el Congreso norteamericano la próxima semana y dijo que la legislatura estadounidense podría ser el «freno final» antes del acuerdo nuclear.
Políticos israelíes de centro-izquierda, funcionarios estadounidenses y grupos judíos en Estados Unidos exhortaron a Netanyahu a cancelar el discurso que podría dañar la relación entre Estados Unidos e Israel.
Por otra parte, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, volvió a defender las tratativas nucleares con Irán.
«No puedo decir esto con más firmeza, la política es que Irán no consiga un arma nuclear», dijo Kerry.
El canciller hizo esas declaraciones durante su comparecencia en el Congreso ante la Comisión de Presupuesto de Política Exterior, en una aparente respuesta a las recientes advertencias de Netanyahu respecto del acuerdo con Teherán.
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