Todo comenzó como un plan de reforma rutinario: autoridades musulmanas decidieron cambiar la alfombra desgastada por el uso de la Cúpula de la Roca, el santuario de domo dorado en la Ciudad Vieja. Pero la rutina no existe cuando se trata del edificio más disputado de Jerusalén, donde un clavo puede amenazar con encender tensiones religiosas.
La alfombra desató una guerra santa verbal por el Monte del Templo, sitio sagrado para judíos y musulmanes, cuya reivindicación suele ser causa de violencia.
Autoridades arqueológicas israelíes sostienen que las reparaciones se realizaron a sus espaldas y el ministro saliente de Economía y Asuntos Religiosos, Naftali Bennett, pidió que se paralizaran los trabajos de inmediato, con el argumento de que se podrían causar daños irreparables al edificio.
Investigadores israelíes aseguran que se descubrieron diseños en el suelo al retirar las antiguas alfombras, pero no pudieron documentarlos antes de que los operarios instalasen el nuevo tapiz.
«Ahí hay algo. No sé lo que es. Pero ahí hay algo Escondido», afirmó el arqueólogo Tzaji Dvira, quien estudia el templo.
Funcionarios del WAQF, la autoridad musulmana que gestiona el complejo de la Mezquita Al Aqsa, que incluye la Cúpula de la Roca, rechazaron las acusaciones israelíes. El jeque Azam Tamimi, director de la institución, explicó que los trabajos están muy retrasados y admitió de forma desafiante que prohibió la implicación israelí.
«Nuestro trabajo en Al Aqsa es transparente. Sólo estamos colocando una alfombra y el fieltro. Nada más, nada menos», declaró.
«Los trabajos comenzaron en silencio hace más de un mes e Israel facilitó el proyecto de renovación», explicó Jamal al-Quda, integrante del grupo de obreros jordanos que recibió visados israelíes para llevar al cabo la obra.
Un recibo fechado el 11 de marzo pasado y emitido por una empresa de alfombras egipcia a la Embajada de Jordania en Tel Aviv detalló 80 rollos de alfombra para la mezquita y la zona de oración que rodea el bloque de roca ubicado bajo la cúpula.
Hace varios días, en una pequeña cueva bajo la roca del templo, Al Quda colocó un pegamento multiusos sobre una intrincada decoración de baldosas de piedra en el suelo de mármol. El producto era necesario para fijar la capa base de fieltro antes de instalar encima la alfombra y, de acuerdo con el trabajador, el pegamento no dañaría el suelo.
Los crípticos diseños geométricos despertaron la imaginación de algunos investigadores sobre los secretos que podrían esconder. La antigua tradición judía asegura que el Arca de la Alianza, que estaba recubierta con una caja dorada y que contenía los Diez Mandamientos, podría haberse escondido en una cámara cuando se destruyó el Primer Templo hace 2,500 años.
El rey de Jordania, Abdullah II, es quien financia el proyecto, según el WAQF. Israel arrebató a Jordania el control de la Ciudad Vieja de Jerusalén en la Guerra de los Seis Días, pero, en virtud de un acuerdo firmado en 1967 y rectificado en el tratado de paz entre ambos países, Ammán sigue siendo el custodio de las partes musulmanas del sitio.
Aunque Jerusalén es tal vez la ciudad más excavada del mundo, la Cúpula de la Roca en el Monte del Templo es una mina arqueológica que nunca fue propiamente estudiada por las sensibilidades políticas que rodean el lugar.
Notas relacionadas:
Israel: Policía censura visitas políticas a Monte del Templo
Israel no cambiará estatus religioso en Monte del Templo
Jerusalén: Pintan esvásticas en Monte del Templo