Hezbolá advirtió de los riesgos que tendría para toda la región un ataque militar contra Irán, ya que «la guerra amenaza con incendiar la zona con un fuego sin límite», afirmó Naim Qassem, número dos de la organización terrorista libanesa.

Para Qassem, el escenario no es el mismo que hace años, «cuando Israel decidía atacar y la población permanecía en silencio». En este sentido, según el dirigente, «Israel no conoce el grado de las consecuencias y es incapaz de controlar la situación».

Qassem aseguró que Israel intenta sumar a Estados Unidos a su causa en previsión de que por sí solo no pueda infligir el daño suficiente. «No tiene ni la capacidad ni el coraje para hacer una guerra por sí mismo contra Irán, mientras que Estados Unidos tiene dudas por los peligros de esta guerra y por las próximas elecciones», agregó.

«¿Quién ganará? ¿La presión israelí para arrastrar a Estados Unidos o la contención de Estados Unidos sobre Israel?», preguntó Qassem, que habló en Beirut con un grupo de periodistas.

En el marco de la entrevista, Qassem no aclaró cuál sería la posición de Hezbolá en caso de que finalmente se produzca la ofensiva contra Irán con la que Israel lleva meses amenazando y se limitó a alertar de que «encendería la región entera».

Qassem declaró que Hezbolá mantiene una oposición más defensiva que ofensiva ante Israel, pero «siempre se está preparando y no dejará de prepararse ni por un segundo, ya que tiene la convicción de que los sionistas siempre están preparándose para atacar», añadió.

Lo que quizo dejar claro es que Hezbolá «está en mejor posición que en 2006», cuando libró un enfrentamiento con las tropas israelíes que se cobró. «Hemos aprendido de la última experiencia e incrementado nuestro entrenamiento, recursos y equipos», aseguró.

Sobre Siria, Qassem dijo que no cree que el presidente Bashar al-Assad vaya a dimitir y, de hecho, cree que superará este periodo y seguirá al frente del país.

Sin embargo, indicó que la caída del régimen sirio podría derivar en una fragmentación del país por los enfrentamientos entre comunidades. En su opinión, los sunnitas intentarían imponer su ideología tras una hipotética salida de Assad.

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